Consejos para enfrentar con éxito el primer empleo

Si quieres salir airoso y destacarte, toma nota de estos consejos que comparte la experta en gestión humana y en bienestar organizacional Luisa Bernhardt

El primer empleo es el primer desafío laboral que debes enfrentar. (Freepik)

Luego de enviar varios CV y acudir a varias entrevistas de trabajo sin éxito, al fin obtienes tu primer “sí”. Tienes tu primer empleo, estás emocionado, lleno de expectativas, pero también de temores, sobre todo por no tener experiencia formal previa. 

Días antes de asumir tu nuevo empleo te preguntas cómo será el ambiente de trabajo, la dinámica con tus compañeros y tu jefe, y si podrás agarrar el ritmo fácilmente. ¿Sabes qué? No eres la única persona que se ha sentido así. 

Si quieres salir airoso y destacarte, toma nota de estos consejos que comparte la experta en gestión estratégica del capital humano y en bienestar organizacional Luisa Bernhardt Franco (@luisabernhardt). 

Sé puntual siempre

Llegar puntual al lugar de trabajo deja ver tu compromiso con la organización y con tus responsabilidades. Te permitirá revisar tareas pendientes con calma, verificar la agenda pautada en caso de que así se estipule, tomarte un café en caso de que así lo desees, además de fluir sin estrés ni presión por estar con el tiempo encima, más en estos días en los que vivimos un tránsito caótico. 

Proactividad por encima de la pasividad

Si tienes una idea o propuesta, dila en voz alta, ¡arriésgate! Si bien es cierto que siempre hay dudas de que nuestra idea no sea lo suficientemente buena o de que vaya a ser tomada en cuenta, si nunca la externamos, no hay forma de saberlo. 

Muchas buenas ideas se han quedado atrapadas en la mente por no darles la oportunidad de salir a la luz. Así que llénate de valor y di lo que piensas; eso te pondrá en el mapa y te irás haciendo cada vez más visible. 

Toma decisiones 

Las empresas en ocasiones se parecen a la sala de emergencias de un hospital: hay que tomar decisiones, y con el ritmo en que se vive en el mundo organizacional actualmente, nadie quiere tener que estar como una niñera tras un colaborador al que hay que decirle siempre qué hacer y cómo hacerlo.

No se trata de que dejes de consultar y siempre tomes decisiones por ti solo, sino de que tengas iniciativa y puedas resolver situaciones en algunos casos difíciles por tu cuenta. Eso hace la diferencia entre una mochila con ruedas y una sin ellas. 

Sé consciente de tus errores y aprende ellos

Los errores son oportunidades de aprender cómo no se hacen las cosas, velos como una oportunidad de crecimiento continuo y no tengas miedo de cometerlos. Aprende de tus colegas, pregunta cómo resolverlos y cómo poner el frente en caso de volverlos a cometer, esto te liberara del peso del perfeccionismo en los primeros meses y sentirás menos presión. Cuando estamos más ligeros de peso el aprendizaje se da mejor, más rápido y es más efectivo.

Pregunta siempre que sea necesario

Bien reza el dicho que nadie nace sabiendo y tampoco hay sobre la faz de la tierra un ser humano que lo sepa absolutamente todo. Lo mismo sucede en los empleos, sin importar si es el primero o el quinto. Indaga dónde conseguir información, si tienes alguna duda acércate a alguien con más experiencia y pídele que te oriente, y si aún no estás convencido o claro, sigue preguntando. Como dice la frase: a quien teme preguntar, vergüenza le da aprender. 

Trabaja en tu marca personal

Es sumamente importante preocuparte por tu reputación: es como un vaso de leche que cuando se derrama es imposible recoger. Cuida tu imagen, no solo en la oficina, sino también en tus redes sociales, que son una extensión de tu persona. Maneja tu forma de comunicarte y dirigirte a los demás. Puedes ser afable, pero siempre dentro del marco del respeto. Si te comprometiste con una fecha de entrega, cumple y si no podrás hacerlo no esperes a último minuto para decirlo. 

Sé un ente sociable

Cuando hablamos de sociable no nos referimos a hacer chistes o enviar memes por el grupo de WhatsApp de la empresa para la que trabajas, hablamos de crear conexiones con los demás miembros. Trata de conocerlos y saber qué les interesa, claro está, sin sobrepasar los límites. El networking es vital para poder, no solo crecer, sino para aprender y ampliar tu red de contactos. 

Si se organiza alguna actividad fuera de la oficina, organiza tu agenda para que puedas participar en algunas de ellas. No es necesario que asistas a todas, pero en nada te va a beneficiar aislarte. En el mundo profesional nunca se sabe cómo tu red de contactos puede ser un apoyo e impulso en tu carrera profesional en la actualidad o en el futuro.

No importa la posición que desempeñes, el tamaño de la organización o su naturaleza, estos consejos te serán de gran utilidad, no solo en tu primer empleo, sino también cuando cambies a otra organizaciónLuisa Bernhardt FrancoExperta en gestión humana y en bienestar organizacional

Periodista de Revista. Me apasiona escribir sobre salud mental y relaciones de pareja. De no ser periodista, sería psicóloga con un blog.