Camila de Cornualles saborea su futuro como próxima reina de Inglaterra

El 17 de julio, la duquesa de Cornualles cumplirá 75 años habiendo recibido un regalo adelantado: ser reconocida “como Reina consorte” por la reina Isabell II cuando su esposo Carlos se convierta en rey

Los príncipes de Gales, Carlos y Camilla se conocieron en 1970. (Efe)

Era la primera vez que la soberana, de 95 años, aclaraba ese punto, pues hasta entonces se especulaba con que la segunda esposa del heredero podría ser solo princesa.

Pero ante todo, era la aceptación “real” y pública de la persona que en su día fue calificada como “la mujer más odiada de Gran Bretaña”, como protagonista de uno de los capítulos más controvertidos de la casa Windsor, que hizo tambalear los mismos cimientos de la monarquía británica.

Del amor de juventud al "matrimonio a tres"

Nacida Camilla Rosemary Shans (Londres, 1947), su padre era oficial del Ejército, perteneciente a la pequeña nobleza, y su abuelo, tercer Barón de Ashcombe.

Conoció a Carlos en un partido de polo en 1970, durante el cual, ella, muy locuaz, parece que le comentó al heredero. ¿Sabía que su tatarabuelo el rey Eduardo VII fue amante de mi bisabuela Alice Keppel?

Divorciada Camila y viudo Carlos, la pareja continuó su romance, siempre dentro de la más absoluta discreción, la única baza con la que contaban para demostrar al mundo la verdad de su relación, algo que no iba a ser fácil.

La sombra de la Princesa de Gales, aclamada como “Princesa del Pueblo”, era “muy alargada” y la monarquía vivía sus horas más bajas, por lo que cualquier equivocación habría pesado mucho sobre la pareja.

La prueba de fuego llegó en 2005 cuando ambos contrajeron matrimonio en una sencilla ceremonia civil, celebrada en el ayuntamiento de Windsor, no muy lejos de aquel club de polo donde se había producido el "flechazo", treinta y cinco largos años antes.

Al enlace no acudió la reina, pero sí los hijos de Carlos, para los que tampoco había sido fácil la situación, lo que evidenció que algo estaba cambiando.

El paso del tiempo ha jugado a su favor. Durante años, la pareja ha demostrado con creces que la suya es una unión sólida. Y Camila se ha ido ganando, con su discreción y, dicen “simpatía”, el corazón de los británicos que hoy parecen haberla "perdonado" y aceptado como la pareja adecuada para el futuro soberano del Reino Unido.

Lo que nadie duda tampoco es que el reinado de Carlos y su consorte será corto y que el futuro se llama ya Guillermo-Kate.

Pero mientras tanto, Camila habrá dejado de ser “la otra” para convertirse en reina consorte, la mejor herencia que podría haberle dejado “Her Majesty, the Queen Elizabeth”. ¿O no? La historia dirá.

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