Tercer concierto de la Temporada Sinfónica: cuando el calor del Caribe se mezcla con la magia y el hielo del norte

El tercer concierto de la Temporada Sinfónica presentó un programa dedicado a dos grandes compositores del frío norte de Europa, el noruego Edward Grieg y el finlandés Jean Sibelius

El maestro José Antonio Molina junto al pianista ucraniano Vadym Kholodenko. ? (David Soto)

El miércoles 14 de septiembre la Orquesta Sinfónica Nacional, con su director titular el Maestro José Antonio Molina en el pódium, presentó un programa dedicado a dos grandes compositores del frío norte de Europa, el noruego Edward Grieg y el finlandés Jean Sibelius. Un programa que a todos cautivó.

El concierto de Grieg para piano y orquesta en La menor es encantador, en cada uno de sus tres movimientos. El solista Vadym Kholodenko, un pianista sólido, profundo y a la vez con una delicadeza que llega a estremecer. La conexión entre el pianista y el Maestro Molina se evidenciaba en cada nota, y eso se transmitía a la orquesta, que fluía junto a ellos como en una danza.

El público que llenó la sala tuvo el privilegio de vivir una noche donde director, solista y orquesta se convirtieron en un solo instrumento. Fue una de esas noches donde la música roza la perfección y tiene un toque de magia.  Me fijé cómo un señor, delante de mí, con sus manos llevó todo el concierto y en su cara siempre una sonrisa, igual lo disfruté yo. El aplauso de pie de toda la sala fue recompensado con una propina del solista del compositor ruso Sergei Rachmaninoff, una polka.  

En la segunda parte, el Maestro Molina escogió una de las sinfonías más populares y difíciles del finlandés Jean Sibelius. 

Esta tiene cuatro movimientos: I. Andante, ma non troppo - Allegro energico.  II. Andante (ma non troppo lento).  III. Scherzo. Allegro IV. Finale (Quasi una Fantasía). Andante - Allegro molto. 

Esta sinfonía es una obra maestra maravillosa. El camino que inició Sibelius con esta Primera Sinfonía en mi menor opus 39, es sin duda uno de los más destacados de la música de su tiempo. Con esta sinfonía el Maestro Molina demostró el exitoso trabajo que ha logrado con la Orquesta Sinfónica Nacional. La sinfonía No. 1 de Jean Sibelius es una obra llena de contrastes que supo cautivar al público presente.

Los tres conciertos que lleva la temporada han sido tres éxitos a casa llena. ¡Bravo!

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