Edificio Baquero, 1927

Texto: Omar Rancier | Fotos actuales: Marvin del Cid | Fotos antiguas: AGN e Imágenes de Nuestra Historia

El edificio Baquero, es de los primeros edificios en altura de la capital y probablemente el primero en usar ascensores. Fue diseñado por el ingeniero Benigno Trueba, nacido en Puerto Rico cuando la isla era aun dominio español.

Trueba se había graduado de ingeniero industrial en 1909 en la Escuela de Ingenieros de Barcelona y llega al país entre 1914 y 1915 para trabajar en la carretera Azua-San Juan, sin embargo, la escasez de profesionales de la construcción y la arquitectura en ese momento permitió que Trueba comenzara a diseñar edificios; en la calle El Conde, solamente, diseño y construyó, entre 1924 a 1930, cuatro de las piezas más emblemáticas de la calle: el edificio Cerame, de 1924; el edificio Baquero, de 1927; el Diez, de 1929 y el Olalla, finalizado en 1930. De ese grupo, el edifico Baquero es el más significativo.

El Baquero poco después de su construcción. Por (Fuente externa)
Vista del edificio desde la esquina con Arzobispo Meriño en 1936. Por (Fuente externa.)
Vista de El Conde esquina Hostos, circa 1940. Por (Fuente externa)
Dos mujeres pasan frente a la esquina de el Baquero, 1941. Por (Fuente externa.)
Calle El Conde en 1955. Por (Fuente externa.)

Enrique Penson en su magnífica obra en dos tomos “Arquitectura Dominicana, 1906-1950” señala refiriéndose a Trueba que “... la destreza ganada por esfuerzo propio, para la concepción arquitectónica de sus obras fue lenta y gradual, alcanzando su esplendor, en 1927, con el edificio Baquero.”El diseño del Baquero responde a una concepción ecléctica de base clásica.

En sus 7 pisos de altura, el edificio se articula verticalmente en cuatro cuerpos en dos fachadas principales que se abisagran con una esbelta torre esquinera que dialoga con la torre del Palacio Consistorial. Con una terminación exquisita y una textura en revoque de cemento gris, los detalles decorativos clásicos van desplegando todo un texto arquitectónico que nos habla de una época de bonanzas económicas y que pone a la vieja villa de Santo Domingo en el camino cosmopolita del capitalismo urbano.

Con el primer piso comercial, con un doble puntal que nos evidencia su uso, el edificio alojó en su primer piso la Ferretería Baquero, de la que sólo quedan restos del nombre sobre las fachadas. El arquitecto Manolito Baquero, hijo del propietario del edificio, cuenta la importancia de esa edificación con su ascensor. Dice el Arq. Baquero en una carta dirigida a Giaovanni Ferrúa, comentando un artículo de este sobre la calle El Conde: “...empiezo por la parte que más me atañe -el Edificio Baquero con la Ferretería de la planta baja. Su ascensor era motivo de admiración y yo adquiría aires de superioridad cada vez que entraba en él con la mayor naturalidad, para subir a nuestra casa, mientras los curiosos quedaban abajo boquiabiertos. La esquina Conde y Hostos la compartía Baquero con el Hollywood y se conocía como la esquina del Hollywood o la de Baquero.”

Vista aérea del edificio Baquero en noviembre de 2017. Por (Marvin del Cid)
Vista aérea del edificio Baquero en noviembre de 2017. Por (Marvin del Cid)
Detalle de los balcones de una de las fachadas. Por (Marvin del Cid)
Vista de las tres primeras plantas desde un edificio de El Conde. Por (Marvin del Cid)
Letreros de lo que fue la ferretería Baquero. Por (Marvin del Cid)
Parte superior de la torre vista desde atrás en la azotea. Por (Marvin del Cid)
Parte de la escalera y el ascensor en la primera planta. Por (Marvin del Cid)
Algunas áreas ya no tienen los marcos de las ventanas. Por (Marvin del Cid)
Uno de los pasillos entre sombras. Por (Marvin del Cid)
Vista angular de uno de los balcones de la esquina. Por (Marvin del Cid)
Restos de la planta eléctrica. Por (Marvin del Cid)
El viejo ascensor permanece inmóvil en la 7ma. planta. Por (Marvin del Cid)
Vista desde una de las oficinas de los pisos superiores. Por (Marvin del Cid)
Un calendario quedó congelado en el tiempo en una de las áreas del edificio. Por (Marvin del Cid)
Uno de los pasillos del último piso. Por (Marvin del cid)
Un área de la parte noroeste en los pisos superiores. Por (Marvin del Cid)
Largos pasillos conducen a las diferentes áreas del edificio. Por (Marvin del Cid)
Un artista dejó parte de su material de trabajo. Por (Marvin del Cid)
En este salón realizaba el PCT sus actividades. Por (Marvin del Cid)
Vista del edificio Diez desde uno de los balcones. Por (Marvin del Cid)
Vista de la calle Hostos esquina El Conde desde el tercer piso. Por (Marvin del Cid)
Plantas crecen en un área de la azotea donde aparentemente existió un baño. Por (Marvin del Cid)
Cactus han crecido en la azotea. Por (Marvin del Cid)
Vista aérea de la azotea. Por (Marvin del Cid)

El Baquero es consecuencia con lo que se consideró, en 1927, “ un repunte de similar a la Danza de los Millones”. El historiador frank Moya Pons entiende que el año 1927 marca “...la cúspide de la prosperidad nacional” y continúa diciendo “ ahora se levantan modernas construcciones y edificios comerciales de concreto reforzado, algunos de ellos de varios pisos, como el edifico Baquero construido en 1927 en la calle El Conde.” O sea que el Baquero no es solamente un referente en la arquitectura dominicana, sino que tambien es un referente histórico emblemático de un momento de bonanza económica.

El Baquero, conjuntamente con el edifico Diez, al frente del Baquero en la calle El Conde , constituyen la mejor muestra del clasicismo ecléctico en la República Dominicana, una muestra de la modernidad que asume el concreto armado como el material de la época y una muestra de , como dice el Arq. Manolito Baquero, “ de la visión de aquellos inmigrantes que en la década del 20 se lanzaron a la entonces quijotesca empresa de hacer ese Conde urbano y citadino: los Cerame, los Olalla, de la Gloria, los Diez, los Baquero. Ellos tuvieron fe en el futuro en una ciudad y país ajenos.”