Desalia, amanecer con BITS

Nayala durante su actuación.

PUNTA CANA. Desalia es más que una certeza, la fiesta electrónica de más nivel que anualmente se da República Dominicana. Gracias a ron Barceló, y a su calidad organizativa, esta sexta edición ha corroborado que se trata de lo que algunos llamarían un clásico, una tradición, y que bastaría con llamar Desalia. Punto.

Alesso, el segundo Dj en importancia anunciado, no pudo estar porque se enfermó. Pero sí estuvo el primer escalafón de los invitados, Calvin Harris, quien abrió con su premiado éxito (del feat. con Rihanna) "We found love", aunque su oppening real fue con la proyección visual de neuronas en movimiento. Un concepto que constituyó un 'leit motiv' a lo largo de su aplaudida presentación, en un escenario estructurado sobre rombos estilo panal, que incluyó la tecnología mapping -usada en el Superbowl- capaz de reproducir gráficos en 3D, donde las tonalidades del gris acentuaban el sentido de la música que fluía en altos decibeles. "Lets go", "Feel so close", "Sweet nothing", entre otros temas de Harris, se expandieron por la playa. House, house, house.

Miles de personas ataviadas de blanco se dieron cita en Cabeza de Toro, y a las tres de la madrugada seguían llegando, mientras el español Wally López, pionero del house en su país, hizo entrada con un enjambre de rayos láser que barría los cocoteros. Muy aplaudida fue la cantante Nayala, que impactó con su voz en la presentación de López. Entre el público, los españoles eran casi mayoría, pero había mexicanos, franceses, canadienses, cubanos, rusos y, por supuesto, dominicanos, entre otras nacionalidades.

El violinista Miguel Lara y Dj Luke desfilaron, respectivamente, ante un público que no cesó de bailar, y dar saltos, y corear, mientras el gran escenario era poblado de ángeles y novias, bailarines y personajes salidos de un país llamado Desalia, que más que todo, es un estado de ánimo.