Kinsey: una batalla a favor de la honestidad

La cinta, más allá de lo sexual va al sujeto y la sociedad

Escena de Kinsey, protagonizada por Liam Neeson y Laura Linney.
Santo Domingo. Kinsey es un filme de tipo biográfico, en torno a la figura del científico norteamericano Alfred Kinsey, cuyos revolucionarios estudios a fines de la década del 40 provocaron gran conmoción pública, al develar ciertas características del comportamiento sexual humano, traspasando las barreras del tabú en nombre de la ciencia.

Lo que hoy conocemos como Educación Sexual tiene su origen en los trabajos de Kinsey, quien abordó con rigor científico el análisis de los aspectos privados de la conducta que afectaban la salud pública en los años de la post guerra. Biólogo con especialidad en el estudio de insectos, aplicó su experiencia para demostrar su hipótesis: no existe un ser humano igual a otro, luego, el concepto de ¨normal¨ no existe.

Ciencia contra prejuicios

Se trata de un drama épico en tono menor, no por la calidad de la epopeya que narra, sino por el sentido individual que el director y guionista Bill Condon le asigna. La lucha de Kinsey por mantener los principios de la razón científica en contra de los prejuicios religiosos y morales está en el centro del relato. No se trata de una película complaciente, por el contrario, va a fondo en la visión crítica de un individuo obseso que arrastró a su familia y allegados a una vida de extrema rigurosidad y honestidad a ratos brutal. Utilizando una narración que combina distintas etapas de la vida del científico, la vida privada de Kinsey es expuesta sin tapujos, contribuyendo a un retrato de cuerpo entero que humaniza al científico y a quienes le rodearon.

La contextualización de los hechos narrados es de sumo interés: la cacería de brujas del macartismo en los 50, los celos de la comunidad académica, el cinismo de los benefactores, la ceguera de las instituciones, son aspectos que el filme pone en relieve, proporcionando al espectador un verdadero fresco de la sociedad estadounidense y sus conflictos entre los afanes libertarios y los frenos puritanos de la época.

Buenas actuaciones, filme valiente

Con una puesta en escena sobria que luce múltiples detalles de época, Condon logra un relato convincente y a ratos emotivo. El actor irlandés Liam Neeson en el rol protagónico luce nuevamente su talento para el drama, recordándonos sus buenos momentos en ¨Michael Collins¨ (1996), ¨Los Miserables¨ (1998) y ¨Bandas de Nueva York ¨ (2002). Laura Linney por su parte, interpreta a Clara McMillen, esposa de Kinsey, papel que explota al máximo su imagen de pareja perfecta.

¨Kinsey¨ es un filme valiente que va más allá de la sexualidad para adentrarse en la disyuntiva entre el sujeto creativo y la sociedad. Su ángulo más agudo nos muestra el cómo las instituciones actúan para protegerse de quienes osan quitar el velo de la hipocresía. Recomendable para recordarnos que la razón no ha ganado todas las batallas y que el oscurantismo sigue viviendo a la vuelta de la esquina.

Kinsey

Estados Unidos 2004. 118 minutos.

Dirección y guión: Bill Condon

Música: Carter Burwell Fotografía: Frederick Elmes

Intérpretes:

Liam Neeson

Laura Linney

Chris O'Donnell

Peter Sarsgaard