Muerte Derrida deja Francia sin su filósofo más internacional

París. El filósofo francés más comentado, leído y traducido en los últimos años en todo el mundo, Jacques Derrida, famoso por su concepto de la "de-construcción", falleció este fin de semana en París a los 74 años.

Autor prolífico -escribió unas 80 obras-, comprometido con las ideas de la izquierda, Derrida era el último superviviente de los filósofos catalogados como "los pensadores del 68", entre los que figuraban Barthes, Foucault, Althusser, Lacan y Deleuze.

El nombre de Derrida había sonado entre los posibles laureados con el Premio Nobel de Literatura, que ganó la semana pasada la escritora austríaca Elfriede Jelinek.

Nacido el 15 de julio de 1930 en Argelia, en el seno de una familia judía, Derrida impartió sus enseñanzas filosóficas en diversas universidades estadounidenses, como Harvad o Yale, así como en la Sorbona de París.

Su gran contribución histórica fue su propuesta de la "de-construcción", es decir, una crítica de los presupuestos de la palabra a partir de los textos filosóficos clásicos.

Preocupado por el apartheid sudafricano o por la situación del pueblo palestino, Derrida se interesó también por la poesía y últimamente por la arquitectura.