Mariinsky, Gergiev y Trifonov: desde Rusia con amor

Durante dos día el país podrá disfrutar de dos exquisitos conciertos

El director artístico y general, el maestro Valery Gergiev. (Fuente Externa )

Ha sido una feliz noticia, vienen 40 músicos de la Orquesta del Teatro Marinksy de San Petesburgo, y están encabezados por su Zar, Valerie Gergiev, uno de los grandes directores de orquesta del mundo, un señor director, como pocos en la actualidad. Gergiev, se encuentra en New York dirigiendo en el Met, y tiene unos días libres, entre opera y opera. Convencido por el pianista Daniil Trifonov, vendrá a República Dominicana y nos regalará dos conciertos, uno en el Centro León, completamente gratis y otro en el Teatro Nacional. Gracias a Trifonov, casado con una dominicana, y a la viuda Atkinks, patrona del Marinsky, quien financia pasajes y honorarios de músicos y solistas, se hace posible.

El zar no viene solo, trae su ejército de maravillosos músicos, a uno de los pianistas jóvenes más arrebatadores de la actualidad, Daniil Trifonov, al tenor Sergey Skorokhodov y al violinista Kristóf Baráti. Con ellos un programa diverso, un abanico de compositores de varias nacionalidades, afirmando que la música no tiene fronteras, y para que en estos días nublados nuestra alma se regocije y por unas horas olvidemos el panorama político. Además, honremos con esta gala a Margarita Copello de Rodriguez, sin su amor incondicional por la música no fuera posible disfrutar de estos conciertos.

El siete de marzo el ejército ruso toma Santiago y el domingo 8 invaden Santo Domingo.

El programa, de Gergiev tiene música francesa, rusa, alemana, sabiamente escogida, un abanico para el gusto de todos, una noche de fuegos artificiales para no olvidar.

Inicia el programa con la obra del compositor francés Claude Debussy, Preludio a la Siesta de un Fauno. Debussy se inspiró para esta obra en un poema del escritor Stéphane Mallarmé, “L’Après-midi d’un faune”. De manera libre, Debussy evoca la actitud perezosa del fauno que reposa sobre el volcán Etna. Cansado de perseguir ninfas y náyades, el fauno se abandona al sueño. La flauta toca esa melodía meditativa que poco a poco se va imponiendo, desde lo suave y lejano hasta lograr un carácter más inquietante y oriental. La orquesta y el arpa se unen dejándonos adivinar el objeto de los sueños de nuestro delicioso fauno. Pero más allá del tema mitológico, esta partitura ha sobrevivido a los años y a las modas al ser una pieza de increíble poesía.

Y entramos a los rusos, de Sergei Rachmaninov, el romance del joven gitano de la ópera «Aleko», que escucharemos en la voz del tenor ruso Sergey Skorokhodov, quien actualmente está cantando en el Metropolitan Opera, el Holandés Errante bajo la batuta del Maestro Gergiev. Aleko es una opera en un acto que compuso Rachmaninov en 1892 con libreto de Vladimir Nemirovich-Danchenko, basado en Los gitanos, de Alexander Pushkin.

Entre 1900 y 1902 Rachmaninov, escribió 12 romances para voz y piano, llenos de ese sentir que solo un compositor como él puede poner en una canción, romance por los cuatro costados. Dos de estos romances los escucharemos en la voz del tenor Sergey Skorokhodov, acompañado al piano por Daniil Trifonof, “Cuán doloroso es, Opus 21 no. 12” y “Aguas primaverales, Opus 14 no. 11”. Al escuchar estas y las demás canciones de Rachmaninov, uno se da cuenta de cuán profundamente el estilo vocal de Rachmaninoff estaba enraizado en el idioma ruso y la tradición de la canción, la simplicidad conmovedora.

Ahora marchamos a Alemania, nos toca Félix Mendelssohn, dicen muchos que fue el más amado compositor de su tiempo, el Concierto en Mi menor para violín y orquesta, Opus 64 quizás el más bello concierto de violín, después del de Beethoven, con muchas opiniones encontradas. Este concierto, compuesto en el apogeo de la brillante carrera de Mendelssohn, se convirtió en un clásico instantáneo y sigue siendo uno de los pilares del repertorio de violín. Nuestros oídos se endulzarán escuchando a Kristof Barati en esta interpretación. Barati, es un joven violinista húngaro ganador de innumerables premios lo que definitivamente nos asegura que Gergiev no se equivoca en escoger sus músicos y sus solistas, su tropa. El concierto atrapa desde el primer movimiento.

No escapemos en el intermedio, será un pecado innombrable, pues inmediatamente regresamos a Rusia. A la deliciosa, ingeniosa y melodiosa, Sinfonía No. 1 en Re mayor, Opus 25, la Sinfonía Clásica del ucraniano, Sergei Prokofiev. Inicio su composición en 1916 terminándola durante el verano de 1917. Se estrenó en 1918, interpretada por la antigua orquesta de la Corte dirigida por el propio compositor. En esta obra Prokofiev recoge los principios de la sinfonía clásica. La mayoría de sus temas son ligeros de carácter danzante, pero compuestos con una elegancia que les da una sonoridad transparente y fuera de tiempo.

De Rusia volvemos a Alemania, al único al semi dios Ludwig Van Beethoven, con su primer concierto para piano y orquesta. Sin palabras, como todo lo musical de Beethoven. Es Único!!! En su estreno en Praga, el público reaccionó favorablemente, pero con sorpresa, porque incluso cuando estaba comenzando, Beethoven ya estaba sembrando las semillas de la revolución musical y desafiando ideas preconcebidas sobre lo que cualquier estructura musical dada debería contener. Aquí tendremos de nuevo a Daniil Trifonov, que sin dudas será un verdadero privilegio volver a confirmar su maestría y su sensibilidad ante el piano.

Y para terminar, los rusos, toman el escenario con una obra monumental, de Igor Stravinsky, La Suite del ballet «El pájaro de fuego», considerada la obra maestra de Stravinsky, e inicia su larga asociación con los Ballets Rusos de Sergei Diaghilev. El espíritu de Stravisnky marca el Pájaro de Fuego, su originalidad es clarísima a través de la Danza Infernal. El compositor estableció un nuevo estándar, el pájaro de fuego tiene un ritmo perfecto y está impregnado de una gama de color caleidoscópica. Un final perfecto para la noche.

Dejemos que la música nos llene, demos la oportunidad a la variedad que nos ofrecen los grandes compositores, dejémonos embelesar por esta maravillosa orquesta que salta de compositor en compositor como si bebiera un vaso de agua. Disfrutemos los momentos maravillosos de luz, que aun en los tiempos que vivimos, existen y debemos atesorar.

Estudió artes liberales. Es curiosa y le encanta escribir. La lectura y la música son su pasión. Esa pasión le ha llevado a estudiar y tratar de profundizar en un océano lleno de notas inacabables y pleno de placer.