Partos y cesáreas con láser facilitan la recuperación
Se aplica también en rejuvenecimiento de la vagina
Santo Domingo. Aunque se han aplicado con éxito, los procedimientos quirúrgicos tradicionales, en los que el bisturí y las tijeras son los instrumentos que permiten al médico llegar a los órganos internos para intervenirlos, lo cierto es que los adelantos científicos simplifican cada vez más esta práctica y favorecen una mejor y más rápida recuperación del paciente.
La técnica del láser es una de ellas. Aunque en las últimas décadas la sustitución del bisturí por rayo láser ha revolucionado la cirugía, es reciente su aplicación en partos y cesáreas aunque, a juzgar por las declaraciones del ginecobstetra Gabriel de Peña, de la clínica Abréu, los resultados entre el procedimiento convencional y esta técnica establecen grandes diferencias a favor de las parturientas.
Lo primero es que el láser no es un método agresivo. A diferencia del corte medio lateral con tijeras que hace el especialista al tejido para ayudar al nacimiento del bebé a través de la vagina, con el láser se separan los músculos justo en el punto de unión que separa el lado izquierdo del derecho por lo que, en vez de ruptura de las fibras, lo que se produce es una separación natural, que de igual forma se cierra.
De ahí que la primera ventaja del parto con láser es que al no seccionarse el músculo, la paciente no siente dolores y molestias posteriores, no hay hemorragias durante la intervención ni distorsión en la reparación muscular, porque no se han cortado los millones de fibras musculares que los conforman.
"Además de que no hay sangrado, las probabilidades de infecciones son mínimas, el cierre a nivel de la piel será imperceptible y la paciente, cuando reanude su relación sexual seis semanas después, comprobará que no ha perdido la tonicidad vaginal y puede disfrutar la sexualidad como antes del parto", apunta De Peña.
En cesárea
Además de los partos vaginales, De Peña también utiliza el rayo láser, con igual ventaja, para, en casos de cesáreas, hacer cortes hasta llegar desde la piel al útero y luego, con el mismo láser ir sellando desde el útero hacia el exterior sin necesidad de suturar la herida que, además, sanará mucho más rápido y la cicatriz será menos perceptible.
"Una gran ventaja es que el láser no produce sangrado porque a medida que corta evaporiza y calienta los vasos sanguíneos, provocando coagulación que sella inmediatamente sin dañar la estructura muscular", señala el médico, que también lo utiliza para extirpar quistes, fibromas, hacer histeretomía y en los procedimientos de rejuvenecimiento vaginal.
Recomendaciones
El especialista recomienda a los pacientes, que antes de someterse a una intervención solicite al médico una certificación y confirme en internet que está facultado para hacerla. Esto es porque, por lo menos en los casos de rejuvenecimiento vaginal, tanto él como otros médicos están recibiendo casos de pacientes cuyos labios y clítoris han sido mutilados en malas prácticas médicas.
En su caso, además de ginecobstetra, cuenta con especialidad en láser, cirugía plástica y reconstructiva de vulva y vagina, que lo faculta a corregir malformaciones congénitas y distorsiones por accidentes o secuelas quirúrgicas de un procedimiento quirúrgico anterior, así como en cirugía cosmética ginecológica.
Es miembro de la International Society of Cosmetogynecology, con sede en New Jersey, EEUU, entidad que lo nombró recientemente secretario general en el Caribe, y dirige el Instituto Láser de Rejuvenecimiento Vaginal, ubicado en la avenida Independencia.
Ventajas del láser en ginecología
Sangrado mínimo. Disminuye el riesgo de una hemorragia que puede provocar hasta la muerte, especialmente en pacientes con problemas de coagulación, o si estando anémica amerita una operación de emergencia, como el caso de cesárea.
No daña los tejidos. A diferencia del bisturí, el daño que produce a los tejidos es casi nulo. El láser no provoca la salida de sustancias que pueden inflamar el área.
No hay sutura. Una de las particularidades del láser es que además de abrir va cerrando los tejidos, por lo que no es necesario aplicar puntos en la piel, para suturar la herida.
Recuperación más rápida. Con el láser la recuperación es más rápida, disminuye la probabilidad de infección.
No deja cicatrices. El resultado estético de las cirugías con láser es mucho mejor por la forma excelente con que cierra la herida, dejando poco rastros, por lo que se recomienda para pacientes con tendencia a hacer queloides.
De ahí que la primera ventaja del parto con láser es que al no seccionarse el músculo, la paciente no siente dolores y molestias posteriores, no hay hemorragias durante la intervención ni distorsión en la reparación muscular, porque no se han cortado los millones de fibras musculares que los conforman.
"Además de que no hay sangrado, las probabilidades de infecciones son mínimas, el cierre a nivel de la piel será imperceptible y la paciente, cuando reanude su relación sexual seis semanas después, comprobará que no ha perdido la tonicidad vaginal y puede disfrutar la sexualidad como antes del parto", apunta De Peña.
En cesárea
Además de los partos vaginales, De Peña también utiliza el rayo láser, con igual ventaja, para, en casos de cesáreas, hacer cortes hasta llegar desde la piel al útero y luego, con el mismo láser ir sellando desde el útero hacia el exterior sin necesidad de suturar la herida que, además, sanará mucho más rápido y la cicatriz será menos perceptible.
"Una gran ventaja es que el láser no produce sangrado porque a medida que corta evaporiza y calienta los vasos sanguíneos, provocando coagulación que sella inmediatamente sin dañar la estructura muscular", señala el médico, que también lo utiliza para extirpar quistes, fibromas, hacer histeretomía y en los procedimientos de rejuvenecimiento vaginal.
Recomendaciones
El especialista recomienda a los pacientes, que antes de someterse a una intervención solicite al médico una certificación y confirme en internet que está facultado para hacerla. Esto es porque, por lo menos en los casos de rejuvenecimiento vaginal, tanto él como otros médicos están recibiendo casos de pacientes cuyos labios y clítoris han sido mutilados en malas prácticas médicas.
En su caso, además de ginecobstetra, cuenta con especialidad en láser, cirugía plástica y reconstructiva de vulva y vagina, que lo faculta a corregir malformaciones congénitas y distorsiones por accidentes o secuelas quirúrgicas de un procedimiento quirúrgico anterior, así como en cirugía cosmética ginecológica.
Es miembro de la International Society of Cosmetogynecology, con sede en New Jersey, EEUU, entidad que lo nombró recientemente secretario general en el Caribe, y dirige el Instituto Láser de Rejuvenecimiento Vaginal, ubicado en la avenida Independencia.
Ventajas del láser en ginecología
Sangrado mínimo. Disminuye el riesgo de una hemorragia que puede provocar hasta la muerte, especialmente en pacientes con problemas de coagulación, o si estando anémica amerita una operación de emergencia, como el caso de cesárea.
No daña los tejidos. A diferencia del bisturí, el daño que produce a los tejidos es casi nulo. El láser no provoca la salida de sustancias que pueden inflamar el área.
No hay sutura. Una de las particularidades del láser es que además de abrir va cerrando los tejidos, por lo que no es necesario aplicar puntos en la piel, para suturar la herida.
Recuperación más rápida. Con el láser la recuperación es más rápida, disminuye la probabilidad de infección.
No deja cicatrices. El resultado estético de las cirugías con láser es mucho mejor por la forma excelente con que cierra la herida, dejando poco rastros, por lo que se recomienda para pacientes con tendencia a hacer queloides.
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