Proyectos inconclusos

El fenómeno de la construcción de torres, plazas o megaproyectos está dejando una imagen de hoyos de grandes profundidades que se integran a la estructura urbana de la ciudad con la indiferencia de

La demanda de unidades de apartamentos o locales comerciales ha creado, en el medio de los constructores de Santo Domingo, la percepción de que todo el mundo puede llevar a cabo un proyecto de una gran envergadura como son las torres, las plazas y los megacentros. Sin tomar en cuenta la fluctuación de la moneda y su impacto en la economía, las consecuencias inmediatas en la demanda y la oferta, las alzas en los precios de los materiales de la construcción, producen un efecto en el costo final de los proyectos, los cuales requieren de compromisos financieros sólidos, firmes y flexibles para que una vez iniciada la obra esta pueda llegar a ser concluida de forma ininterrumpida.

Desdichadamente en el panorama nacional están apareciendo con una gran frecuencia proyectos inacabados, la mayoría de estos en la primera fase de la construcción, con excavaciones realizadas a gran profundidad para poder albergar los diferentes niveles de sótanos, y parece ser que en este nivel es cuando la construcción tiende a tener colapsos económicos, que provocan el abandono de los proyectos.

El fenómeno de la construcción de torres, plazas o megaproyectos está dejando una imagen de hoyos de grandes profundidades que se integran a la estructura urbana de la ciudad con la indiferencia de los organismos correspondientes y la indiferencia de los ciudadanos comunes, que lo aceptan como parte de su destino, sobre todo cuando estos se incorporan dentro de su unidad barrial. Vamos a ver algunos de los aspectos más negativos que presentan estos resultados de circunstancias de la vida.

a) La indefensión en que se encuentran el peatón y los conductores de vehículos, dado que ellos no tienen la protección adecuada entre el espacio público y el área de construcción que generalmente se encuentra por debajo del nivel de la vía. Ya son muchos los seres humanos que por transitar o perder el control de sus vehículos, finalizan en el fondo de estas excavaciones. El hecho sucede, es publicado en la prensa radial, escrita y televisiva y cae en el olvido, ¡no pasó, nada!... recordemos el caso del hijo de un importante comerciante de la ciudad, que al salir de un lugar de diversión nocturna, perdió el control del vehículo y terminó muerto en el fondo de uno de estos hoyos. Un proyecto abandonado produce la muerte instantánea de un joven, simplemente porque el perímetro de esta construcción tenía una verja de zinc en mal estado con muchas posibilidades de caerse.


b) En algunos casos estas construcciones abandonadas han hecho uso de la vía pública en algún momento de su proceso de construcción y vemos cómo el peatón en vías de alto tránsito vehicular tiene que competir con los vehículos para poder llegar a su destino, porque las aceras fueron tomadas por el proyecto. En otros casos el estado de abandono provoca derrumbes que abarcan pedazos de calles: el mejor ejemplo es el proyecto de la esquina Lope de Vega con Kennedy, donde los muros New Jersey fueron colocados sobre el contén provocando que el peatón tenga que caminar por la vía pública exponiéndose a un accidente lamentable en el cual puede perder lo más preciado... la vida.

Considero que es importante poner atención a lo que está sucediendo, investigar si existe algún tipo de legislación al respecto que obligue al contratista original a darle seguimiento a su proyecto y determinar si es posible en caso contrario poner en pública subasta la ubicación del proyecto (solar) lo cual haría que la ciudad pudiera continuar con su imagen ordenada.

Deseo concluir este artículo solicitando la intervención del Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (CODIA), de la Sociedad de Arquitectos de la República Dominicana (SDA), de la Cámara de la Construcción y del Estado Dominicano, para buscar soluciones definitivas a este problema letal.