Spielberg pacifista: Caballo de batalla
SANTO DOMINGO. Películas protagonizadas por caballos hay varias: "The silver stallion", "Spirit", "El hombre que susurraba a los caballos", "Camino hacia la victoria", "Seabiscuit", "Flicka", "Océanos de fuego", "Secretariat", "El corcel negro", entre las más destacadas. La mayoría son filmes de una época en que el caballo era parte de la vida cotidiana; otras están ambientadas en el azaroso entorno de la hípica. En todas ellas la relación entre jinete y montura es fundamental, son una dupla que representa la determinación por alcanzar un ideal mayor, ya sea ganar una competición o vencer obstáculos que parecen insalvables. "Caballo de batalla" es una súper producción que posee los elementos narrativos indicados, pero su novedad estriba en que por primera vez se dedica una película a un equino de combate.
Una historia de esfuerzo
Albert Narracott es un joven escocés que establece temprana relación con un caballo. El padre de Albert se deslumbra con Joey, potro mitad pura sangre que compra en una subasta. Pero el precio a pagar está más allá de sus posibilidades y pone en riesgo la renta de la granja en la que vive su familia. Albert y Joey trabajan con ahínco para pagar las deudas, pero el sacrificio no basta. Corre el año 1914 y el Reino Unido se prepara para entrar en guerra con Alemania, Joey es vendido a una unidad de caballería, cuyo capitán se hace cargo de él. El caballo cambia de manos varias veces entre los campos de batalla. Con la edad suficiente, Albert se enlista buscando cumplir la promesa dada a Joey: reencontrarse a toda costa.
La máquina y la bestia
El guión de este filme está basado en una novela de Michael Morpurgo, toda una personalidad de la lengua inglesa, premiado por sus aportes a la literatura infantil. La adaptación de los guionistas pone en el centro del relato a Joey, sus jinetes cambian, pero es la figura del caballo la protagonista. En la realización, el director Steven Spielberg profundiza en el enfrentamiento entre la bestia y las nuevas máquinas de la era industrial. Punto cúlmine del relato es una escena en la cual Joey es acorralado por un tanque Mark VIII. Es un momento simbólico, a partir de allí ya todo será distinto, el tiempo de la caballería ha terminado.
El estilo narrativo
Spielberg opta en este relato por privilegiar el espacio off, lo que está fuera del espacio visual que entrega la cámara de cine. El fuera de campo como opción narrativa se utiliza en todo tipo de películas, pero en pocas es una constante. Aquí, el director deja los horrores de la guerra a la imaginación del espectador, eludiendo intencionalmente la típica puesta en escena de película bélica. De este modo, no sólo es coherente con el espíritu de la obra original, se sitúa claramente en el campo del pacifismo. Pero, a nuestro juicio, sobre todo en la primera media hora y en el final, la narración y la estética se acercan en demasía al estilo de las películas de animales de Disney.
Las actuaciones
Jeremy Irvine, Peter Mullan y Emily Watson, interpretan a los miembros de la familia Narracott. El joven Irvine logra total compenetración con su personaje y convence en su papel de inocente campesino que de golpe se encuentra en medio de la demencial balacera. Mullan y Watson dan el tono como pareja siempre en disputa. Pero sin duda los diferentes caballos que dan vida a Joey y sus entrenadores son los que mejor cumplen su cometido. Otro aspecto destacable es la composición musical del laureado John Williams, que aporta el sentido épico, profundiza los momentos de intimidad y resalta la locura de la guerra.
Recomendable para los amantes de los caballos, para los seguidores de Spielberg y para quienes buscan una opción diferente para ir al cine con sus hijos.
Ficha Técnica
War Horse.
EE.UU. 2011. 146 minutos.
Dirección: Steven Spielberg
Guión: Lee Hall y Richard Curtis, basados en una novela de Michael Morpurgo.
Música: John Williams
Fotografía: Janusz Kaminski
Intérpretes :
Jeremy Irvine
Peter Mullan
Emily Watson
Niels Arestrup
Una historia de esfuerzo
La máquina y la bestia
El estilo narrativo
Spielberg opta en este relato por privilegiar el espacio off, lo que está fuera del espacio visual que entrega la cámara de cine. El fuera de campo como opción narrativa se utiliza en todo tipo de películas, pero en pocas es una constante. Aquí, el director deja los horrores de la guerra a la imaginación del espectador, eludiendo intencionalmente la típica puesta en escena de película bélica. De este modo, no sólo es coherente con el espíritu de la obra original, se sitúa claramente en el campo del pacifismo. Pero, a nuestro juicio, sobre todo en la primera media hora y en el final, la narración y la estética se acercan en demasía al estilo de las películas de animales de Disney.
Las actuaciones
Jeremy Irvine, Peter Mullan y Emily Watson, interpretan a los miembros de la familia Narracott. El joven Irvine logra total compenetración con su personaje y convence en su papel de inocente campesino que de golpe se encuentra en medio de la demencial balacera. Mullan y Watson dan el tono como pareja siempre en disputa. Pero sin duda los diferentes caballos que dan vida a Joey y sus entrenadores son los que mejor cumplen su cometido. Otro aspecto destacable es la composición musical del laureado John Williams, que aporta el sentido épico, profundiza los momentos de intimidad y resalta la locura de la guerra.
Recomendable para los amantes de los caballos, para los seguidores de Spielberg y para quienes buscan una opción diferente para ir al cine con sus hijos.
Ficha Técnica
War Horse.
EE.UU. 2011. 146 minutos.
Dirección: Steven Spielberg
Guión: Lee Hall y Richard Curtis, basados en una novela de Michael Morpurgo.
Música: John Williams
Fotografía: Janusz Kaminski
Intérpretes :
Jeremy Irvine
Peter Mullan
Emily Watson
Niels Arestrup
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