El metro de Nueva York se despide de la MetroCard y adopta por completo el pago sin contacto
El nuevo sistema OMNY, que permite pagos sin contacto, ya es utilizado por más del 90% de los pasajeros en el metro y autobuses.
El sistema de transporte público de Nueva York pondrá fin a una era histórica: la MetroCard dejará de venderse y recargarse el 31 de diciembre de 2025, como parte de la transición definitiva al sistema de pago sin contacto OMNY, confirmó la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA).
De acuerdo con la agencia AP, con este cambio, los usuarios del metro y los autobuses podrán pagar sus viajes únicamente mediante la modalidad “tocar y listo”, utilizando tarjetas bancarias, teléfonos móviles, relojes inteligentes u otras tarjetas OMNY recargables.
Según la MTA, más del 90 % de los viajes ya se realizan bajo este esquema, implementado de manera gradual desde 2019.
La MetroCard sustituyó en 1994 a las tradicionales fichas metálicas, marcando un hito de modernización en uno de los sistemas de transporte más antiguos del mundo. Sin embargo, tras más de tres décadas de uso, la tarjeta dorada con banda magnética —frecuentemente criticada por su fragilidad— seguirá el mismo destino que las fichas, retiradas definitivamente.
Un legado cultural y urbano
Para expertos y usuarios, la MetroCard no solo transformó la forma de viajar en la ciudad, sino que también se convirtió en un símbolo cultural. Jodi Shapiro, curadora del Museo del Tránsito de Nueva York, recordó que su introducción representó “una nueva forma de pensar” para los neoyorquinos acostumbrados durante décadas a las fichas.
A lo largo de los años, la MTA lanzó ediciones conmemorativas que hoy son piezas de colección, con imágenes de artistas como David Bowie y Olivia Rodrigo, íconos del hip hop como Wu-Tang Clan y Notorious B.I.G., así como referencias a series emblemáticas como Seinfeld y Law & Order.
En el año 2000, cuando se lanzó una edición especial por la Serie Mundial, el pasaje costaba 1.50 dólares.
OMNY: ahorro y nuevas facilidades
La MTA asegura que la transición a OMNY permitirá ahorrar al menos 20 millones de dólares anuales en costos asociados a la producción y mantenimiento de MetroCards.
El sistema también introduce beneficios como el límite semanal de tarifa, que permitirá viajes ilimitados durante siete días tras alcanzar un tope de 12 viajes, con un máximo de 35 dólares semanales cuando el pasaje suba a 3 dólares en enero.
Los usuarios que no deseen utilizar tarjetas bancarias o dispositivos inteligentes podrán adquirir una tarjeta OMNY recargable. Además, las MetroCards existentes seguirán siendo aceptadas hasta 2026, para permitir el uso del saldo restante.
Preocupaciones de algunos usuarios
Pese a las ventajas, algunos pasajeros expresan inquietudes, especialmente adultos mayores, por la complejidad del nuevo sistema y por la recopilación de datos. Ronald Minor, residente de Manhattan de 70 años, señaló que recargar la tarjeta OMNY le resulta más difícil. “Es complicado para los mayores. No nos dejen atrás”, afirmó.
Otros, como John Sacchetti, consideran que el cambio será cuestión de adaptación. “Es como todo, hay que acostumbrarse”, dijo.
Con el retiro de la MetroCard, Nueva York se suma a ciudades como Londres, Singapur y San Francisco, que ya operan sistemas de transporte totalmente sin contacto, cerrando así un capítulo emblemático en la historia del metro neoyorquino.
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