Una policía eficiente, pero después de...
El Director niega de lo que se vanagloria
Ser Policía y que no te reconozcan el trabajo debe ser doloroso. Pero ser Policía y tener que salir a defender tu labor, más que difícil.
Si se preguntara a la gente qué prefiere, si que la Policía sea Policía o que la Policía encare a quienes desconocen o disminuyen su labor, lo primero superaría a lo segundo.
Un experto señaló que la Policía no aplica una política preventiva, y el vocero de la institución reconoció la falla y reveló que usa la disuasiva.
La Policía, tomada en falta, reculó.
Fuera para enmendar o para equilibrar, el director saca la cara y lo hace con un tema que quema en los medios: los secuestros exprés.
Dijo nada más y nada menos que son fábulas.
No abundó si en verso o en prosa, ni dio cuenta de moraleja, y tampoco habló de autores; si La Fontaine, Iriarte, Esopo o Samaniego.
La reacción no se dejará esperar, y en verdad no debió meterse en esa camisa, pues tiene más de once varas. Los secuestros exprés no pueden ser cuentos de camino y el primero en saberlo es el director, porque la Policía acaba de batir palmas con la solución de dos.
Los jueces hablan por sentencia, la Policía con casos resueltos.