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Pedro Ignacio Espaillat, el ebanista que participó en las guerras independentistas

El legado de Pedro Ignacio Espaillat en la historia dominicana

En su honor, una calle de Santo Domingo lleva su nombre

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Pedro Ignacio Espaillat, el ebanista que participó en las guerras independentistas
Descubre la historia de las guerras de Restauración en RD y la participación de Pedro Ignacio Espaillat. (FUENTE EXTERNA)

Muchas personas desconocen la historia de Pedro Ignacio Espaillat, un combatiente dominicano cuyo nombre identifica una de las calles de Santo Domingo, y que tuvo un papel fue relevante en las guerras de Restauración.

Espaillat era un hombre común y corriente, nacido en Santiago un día como hoy, pero de 1826, el cual decidió servir a su patria participando como combatiente en las guerras de independencia, por lo que obtuvo el rango de coronel. Posteriormente se dedicó a la ebanistería en su ciudad natal.

Padre y esposo, procreó siete hijos con su cónyuge María Ramona Reyes, según estableció el libro "Diccionario biográfico de los Restauradores de la República" de Rafael Chaljub Mejía. este documento también indicó que él fue de los organizadores del movimiento 24 de febrero en Santiago.

Este movimiento surgió en 1863, en el contexto de la anexión del país a España. Tras dos años de los españoles tener control de la isla y no cumplir las promesas realizadas, los ciudadanos empezaron a revelarse en distintos puntos del país.

El general Santiago Rodríguez y su comandante en Armas, José Antonio Hungría, tenían un plan para lograr la rebelión en el Cibao justo el día de la conmemoración de la independencia nacional, pero las tropas españolas los descubrieron.

Aunque Hungría logró llevar a cabo varias batallas junto a Benito Mención, Pedro Antonio Pimentel, José Cabrera y José Mártir se movieron bajo la jefatura de Rodríguez, que tuvo que retirar sus tropas, pero esto no detuvo la guerra.

Días después de estas hazañas es cuando Espaillat intenta desmontar la fortaleza de San Luis, en Santiago el 24 de febrero, con el apoyo de Eugenio Perdomo, Carlos de Lora, Vidal Pichardo, el general Juan Luis Franco Bidó y Ambrosio de la Cruz, pero por falta de recursos militares y tropas, fracasó.

Tras el lamentable fiasco de la rebelión, Espaillat huyó al campo para dedicarse a su nuevo oficio. Posteriormente fue capturado, apresado y condenado a pena de muerte. El 17 de abril de 1963 fue ejecutado en presencia de Hungría, a la edad de 37 años.

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Periodista, graduada de Comunicación Social en la Universidad Católica Santo Domingo