"Los juegos de los políticos siguen siendo efectivos", dice experto en comunicación política
Desde crear una promesa oportuna, emplazar a su adversario y atacarlo con aspectos negativos, son parte de ellos
Donde sea que se lleven a cabo y sin importar los protagonistas, las campañas electorales se desarrollan bajo los mismos métodos que no pasan de moda y siguen siendo efectivos. Esta aseveración la hizo el catedrático español y experto en comunicación política Javier del Rey Morató, que define a este esfuerzo organizado para influir en la decisión del electorado como "el juego de los políticos".
Del Rey Morató indicó que el 'juego de los políticos' inicia con un agente externo, una firma encuestadora, que revelará a la organización política la viabilidad de su candidato ante un proceso electivo. Cuando el partido tiene a su candidato, comienza oficialmente el juego que incluye una serie de acciones bien conocidas, que se repiten en cada proceso electoral.
El catedrático indicó que todo candidato parte con una promesa oportuna, un discurso con el que buscará convencer al electorado. Para esto, el postulante a un puesto electivo debe determinar cuál es su grupo de interés y dirigir su discurso a éste, ya sea a cada uno o incluso dirigirse a todos con un solo mensaje.
- Pueden ser grupos etarios, profesionales, demarcaciones, gremiales, etc., subrayó.
El tercer juego señalado por el catedrático es el "invite". "El que está abajo en las encuestas va a ejecutar el juego del 'invite' que a veces se traduce a la exigencia de tantos debates televisados como estamos viendo ahora", dijo en referencia al debate entre la vicepresidenta estadounidense y candidata presidencial Kamala Harris y el expresidente Donald Trump.
Del Rey Morató explicó que en el invite, el candidato emplaza a su opositor a fijar su posición sobre temas polémicos en los que se pueden ganar o perder votos, como lo son el aborto, la migración, religión, economía, etc.
El "invite" como recurso
Con el "invite", el oponente que está abajo en las encuestas puede restarle simpatía al candidato de mejor puntuación con los temas que polarizan a la sociedad.
"En estos juegos se invierte un gran esfuerzo lingüístico para destruir el adversario", destacó.
"Un candidato debe construir su adversario para destruirlo". Este juego incita al candidato a identificar quién es su opositor, conocerlo para anularlo. Con este método, los políticos suelen utilizar el pasado de sus oponentes para sacar a colación aspectos negativos con los cuales pueden restarle simpatía y convencer al electorado de que no es una opción al voto.
- Otro de los juegos es "pasar por alto los argumentos del adversario para ir directamente a la cabeza. Disparar al argumentador".
Del Rey Morató sostuvo que, en el juego de los políticos, lo que importa no es el mensaje, sino quien lo emite. Con esto destacó la importancia que la credibilidad de los candidatos es lo que sustenta su discurso para ganarse el favor del electorado.
"El principal contexto de la argumentación no es el argumento, es el argumentador, de ahí que la palabra credibilidad es tan importante en el discurso político. Si te has quedado sin credibilidad, no tienes oportunidad de que tu mensaje modifique nada de la realidad. Eres como una casa bancaria que no puede emitir moneda porque no hay oro", explicó.
El investigador de campañas electorales adujo que el juego de las relaciones humanas y los sentimientos también funcionan. Un político que se venda como un conocedor de la cotidianidad y los problemas sociales desde su experiencia misma podrá ganar puntos a su favor.
"Puedes tener un doctorado y hablar, pero son las relaciones humanas lo que otros quieren ver en ti".
Javier del Rey Morató en Funglode
Javier del Rey Morató estuvo en República Dominicana invitado por la Fundación Global y Desarrollo (Funglode) para impartir un taller y una conferencia sobre comunicación política bajo el tema "Los juegos de los políticos" y "Campañas electorales y la teoría lúdica de la comunicación política" los días 10 y 11 de septiembre.
Del Rey Morató es doctor en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, escritor, catedrático en Comunicación Política del Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset de Madrid. Además, es socio fundador de la Asociación Latinoamericana de Investigadores en Campañas Electorales (Alice).