¿Eres un conductor difícil? Señales que delatan tu comportamiento al volante en Navidad
Con el aumento de viajes y estrés en las fiestas navideñas, los expertos alertan sobre las malas prácticas que elevan el riesgo de accidentes y sanciones

Llegan las fiestas de Navidad, Año Nuevo y Reyes. Los escolares y estudiantes disfrutan de unas breves vacaciones, y muchos empleados y profesionales se toman unas jornadas de descanso.
Son días de celebraciones, reuniones familiares, comidas de empresa, compras y actividades recreativas.
Pero todos sabemos que, desde mediados de diciembre hasta la primera semana de enero, "casi todo el mundo está en la calle y con prisas".
Es una época en la que aumentan considerablemente los desplazamientos en carro. Y también aumentan el estrés, distracción y nerviosismo de los conductores, que se vuelven más proclives a exhibir sus ´malas costumbres´ al volante.
Hábitos que amenazan la seguridad de todos
La mayoría de nosotros presentamos conductas repetitivas, hábitos negativos, actitudes cuestionables e incluso algunas manías, que no tienen mayores repercusiones en nuestra vida diaria, según admiten los especialistas de Cleverea, plataforma especializada en seguros digitales para carros, entre otros.
Sin embargo "cuando se trata de conducir un vehículo hay algunas ´malas costumbres´ que pueden tener serias consecuencias y que debemos desterrar, por nuestro bien y el de los demás, aseveran.
Por esa razón, ciertas conductas imprudentes, temerarias, molestas o perjudiciales para los demás conductores están penadas por la ley con distintos tipos de multas y sanciones, y aunque muchos conductores lo desconozcan, en algunos casos los percances derivados de estas acciones, podrían no ser cubiertas por el seguro de su vehículo, según advierten.
"Son pocos las personas que no tienen algún mal hábito al conducir. La mayoría adquirimos, con el tiempo o porque lo aprendimos mal, costumbres que nos convierten en conductores molestos o incluso peligrosos para nosotros mismos y los demás", señala Javier Bosch, consejero delegado de Cleverea, quien describe algunas de las infracciones más perjudiciales.
1. Usar inadecuadamente las luces antiniebla
Las luces antiniebla, son muy potentes por lo que debemos usarlas solo en las condiciones adecuadas para evitar deslumbrar a los conductores que vienen de frente, a los que tenemos delante y nos ven por el retrovisor o a aquellos que circulan detrás nuestro, según explica Bosch.
Las antiniebla delanteras pueden encenderse cuando hay niebla, visibilidad reducida debida a lluvia intensa o a nubes de polvo, o en carreteras estrechas con muchas curvas, mientras que las traseras solo deben encenderse cuando la niebla sea muy densa y solo permita ver a unos 20 metros de distancia, apunta.
2. Circular demasiado cerca de la línea del carril
"Si circulamos muy pegados a la línea que separa dos carriles, estaremos complicando el adelantamiento. La persona que quiera situarse a nuestro lado tendrá dificultades para ocupar el espacio que le corresponde en su carril y no sabrá si queremos cambiar de carril o simplemente no estamos bien centrados", advierte.
3. No respetar la distancia de seguridad
![[object HTMLTextAreaElement]](https://resources.diariolibre.com/images/2025/12/05/550187192645-13f2a639.jpg)
"Debemos dejar siempre el espacio suficiente en nuestro vehículo y el que tenemos delante, para poder frenar en caso de emergencia", indica Bosch.
Explica que "una forma rápida de calcularlo es la ´regla del cuadrado´. Consiste en tomar la velocidad a la que circulamos (por ejemplo, 100 kilómetros por hora, km/h), quitarle la última cifra (10) y multiplicarla por sí misma (10x10 = 100 metros de distancia).
Si llueve o el pavimento está mojado, lo recomendado es duplicar esa distancia entre vehículos".
"Dejar poca distancia de seguridad es la causa de uno de cada seis accidentes. Circular con otro vehículo muy cerca suele ponernos nerviosos, lo que reduce nuestra capacidad de atención", añade
4. No usar bien las luces largas o de carretera
Las luces largas no deben usarse en autopistas, autovías o zonas urbanas; aunque sí podemos utilizarlas si viajamos a más de 40 km/h, es de noche y circulamos por una carretera mal iluminada (cuando no podemos leer la matrícula del coche que está 10 metros por delante nuestro o distinguir un vehículo negro u oscuro a unos 50 metros), según Bosch.
Explica que también podremos encenderlas dentro de túneles mal iluminados, aunque sea de día; cuando las condiciones meteorológicas reducen la visibilidad (nube de polvo o lluvia), o mediante ráfagas, para avisar que vamos a adelantar a otro vehículo o advertir de nuestra presencia a un peatón.
No obstante "es imprescindible apagarlas cuando nos crucemos con otro coche para no deslumbrar a su conductor, o si otro coche circula en nuestro mismo sentido a menos de 150 metros de distancia, ya que también podemos deslumbrar a quien lo conduce través de su espejo retrovisor, apunta.
5. Usar sin necesidad el carril central o izquierdo en autopistas
En las autovías y autopistas con dos carriles o más de un mismo sentido, debemos circular por el derecho, ya que los demás carriles son exclusivos para hacer adelantamientos o para situarnos para tomar una salida, explica el experto de Cleverea.
"Si vamos sin necesidad por el carril central o el izquierdo, entorpeceremos la circulación, ya que no permitiremos que un vehículo que quiera adelantar pueda hacerlo correctamente, y en última instancia, es posible que otros coches tengan que hacer maniobras peligrosas para esquivarnos", enfatiza.
6. Entrar o salir de una rotonda por el carril interior
Como norma, se debe entrar y salir de las rotondas por el carril exterior.
Si salimos por el carril interior, corremos el riesgo de chocar contra otro vehículo que quiera seguir girando (riesgo que aumenta si no señalizamos con la luz intermitente que queremos salir, y a efectos del seguro seremos considerados como los responsables del siniestro, según los expertos de Cleverea,
Solo hay dos excepciones a esta norma: cuando el carril derecho esté congestionado o cuando una señal de tráfico permita salir por otro carril, según explican.
7. Llevar la música a todo volumen
"A todos nos encanta la música, pero si circulamos llevándola a todo volumen, haremos mucho ruido, evitando que el resto de conductores y los peatones escuchen lo que ocurre a su alrededor, lo cual representa un peligro para su seguridad", según los expertos de Cleverea
"Hay que tener en cuenta, además, que la música muy alta puede distraernos y, si no la escogemos adecuadamente, podría adormecernos, o lo contrario, fomentar nuestra agresividad", según concluyen.

EFE