República Dominicana ante la ONU: el COVID-19 retrasará erradicación del hambre en países en desarrollo
Diario Libre
La crisis mundial generada por la pandemia del COVID-19 retrasará el cumplimiento del objetivo de desarrollo sostenible de “Hambre Cero” en los países en vía de desarrollo.
El planteamiento fue hecho por República Dominicana, que figura entre los países amenazados por la crisis generada por la pandemia, pese a que como nación está en camino de lograr la meta de hambre y malnutrición de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, según certificó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
“Como ya he mencionado, las Naciones Unidas acredita que la República Dominicana ha asumido la seguridad alimentaria como un eje central de su acción gubernamental. Hemos declarado el 2020 como «Año de la Consolidación de la Seguridad Alimentaria», a partir de un plan nacional para lograr que todos los dominicanos tengan acceso a una alimentación adecuada y estén protegidos contra el hambre”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Miguel Vargas Maldonado, durante la sesión abierta ante el Consejo de Seguridad de la ONU sobre Protección de Civiles Contra el Hambre en Conflicto Armado.
El canciller afirmó que la pandemia ha puesto una vez más en evidencia que en pleno siglo XXI, a pesar de capacidades productivas cada vez más eficientes, el cumplimiento del objetivo de desarrollo sostenible de Hambre Cero, no está garantizado.
En tal sentido, advirtió a los líderes presentes que ante la crisis mundial se precisa de acciones oportunas para mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición, y entenderlas como iniciativas que contribuyen al mantenimiento de la paz.
Asimismo, sostuvo que se requieren intervenciones tempranas que pueden mitigar los efectos del conflicto sobre los medios de subsistencia y el acceso a la alimentación, preocupación que debe permanecer vigente en la agenda del Consejo de Seguridad de la ONU, a través de la diplomacia humanitaria y de sus misiones de paz.
Durante su ponencia, Vargas Maldonado hizo referencia al informe conjunto de la FAO, el PMA, el FIDA, la OMS y UNICEF sobre “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo”, que indica que el número de personas en estado de inseguridad alimentaria en 2019 es de 821.6 millones, aproximadamente un millón más que el año anterior, lo que refleja que la situación del hambre ha permanecido al menos estancada o con un ligero empeoramiento.
Sin embargo, las perspectivas de la crisis económica y social que arropará el planeta en la segunda mitad del 2020 por el COVID-19, auguran retrocesos.
“La desigualdad económica y la pobreza extrema, pero también el cambio climático y las catástrofes naturales, son factores que afectan la seguridad alimentaria, al igual que los conflictos”, dijo el canciller.
En el encuentro para intercambiar valoraciones sobre el impacto de las crisis y los conflictos en la seguridad alimentaria, participaron Qu Dongyu, director general de la FAO; David Beasley, director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) y Jan Egeland, Secretario General del Consejo Noruego para Refugiados (CNR).
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