Boricuas le piden al vicepresidente de Estados Unidos que vayan a las zonas más afectadas

El vicepresidente Mike Pence ayuda en la recolección de artículos destinados a las víctimas del huracán María en Puerto Rico durante una visita a una iglesia de una comunidad boricua de Kissimmee en la Florida el 5 de octubre del 2017. (Vía AP)

ORLANDO. Los puertorriqueños tienen una recomendación para cuando el vicepresidente Mike Pence visite la isla para observar los daños causados por el huracán María: Vaya al interior de la isla, a las zonas más afectadas.

A su llegada el jueves al aeropuerto de Orlando, Pence se reunió con un grupo de puertorriqueños que acababan de arribar y estaban siendo atendidos por organismos de asistencia. El vicepresidente fue de mesa en mesa y habló con los recién llegados, incluida Evelinda Burgos, de la localidad de Naranjito.

“No vaya a San Juan. Vaya al interior, donde yo vivo”, le dijo Burgos a Pence, quien iba acompañado por su esposa Karen Pence. Burgos afirmó que el presidente Donald Trump había visitado “otra parte, no el centro” durante su viaje del martes a la isla devastada por el huracán. Agregó que Pence tenía que ir “al centro (de la isla), porque allí es donde se produjo el desastre”.

Pence prometió ayudar y le aseguró a Burgos que podría volver a su casa. “No hay nada como la casa de uno”, expresó. “¿Te puedo abrazar?”, agregó el vicepresidente. Los dos se abrazaron y Pence pasó a otra mesa.

El encuentro de Pence con miembros de la enorme comunidad puertorriqueña del centro de la Florida se produjo en la antesala de su viaje del viernes a Puerto Rico y las Islas Vírgenes Estadounidenses, que lidian con los problemas causados por el gigantesco huracán.

Trump vio apenas un poco de la devastación durante su visita a Puerto Rico y elogió la ayuda que ofrece su gobierno, sin mencionar las críticas que ha recibido.

Pence estaba acompañado por los senadores de la Florida Bill Nelson y Marco Rubio en su visita al aeropuerto internacional de Orlando, uno de tres aeropuertos de la Florida que funciona y que recibe asistencia del gobierno federal. Florida también se repone del paso de feroces tormentas.

Pence y los dos legisladores fueron luego a una iglesia de un barrio con una gran comunidad boricua en Kissimmee. El vicepresidente encomió los esfuerzos de la iglesia, que llenó 15 camiones con artículos y envió también 150 generadores de electricidad a la isla.

“Puerto Rico se recuperará, como dice el presidente, y será mejor y más fuerte que antes”, sostuvo Pence, “porque todos estamos unidos por Puerto Rico”.