Cambiaron el negocio de los leones por el de las verduras

El pasado febrero unos turistas chinos nombraron por primera vez el coronavirus al guía de safari keniano Michael Kimani. Cinco meses después, la pandemia le ha forzado, al igual que a cientos de compañeros con los que recorría la sabana, a convertir su todoterreno en un puesto rodante de fruta y verduras. "Unos turistas chinos nos dijeron que existía en su país una enfermedad llamada corona, nos dieron incluso mascarillas, pero nos lo tomamos a broma. Nunca creímos que pudiera ser algo tan desastroso", explica a Efe Kimani, de 38 años, mientras protege una docena de coles bajo una lona publicitaria decorada con un león.

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