'Debimos ser felices', un puzzle literario sobre los obstáculos de la vida

Pilar Martín.

Madrid, 15 oct (EFE).- Que la vida es como un álbum de fotos es algo que la escritora uruguaya Rafaela Lahore ha sabido plasmar como pocos en 'Debimos ser felices', una obra de autoficción en la que la aparición de una nota de suicidio de su madre hará rodar una historia íntima, poética y familiar sobre la depresión.

En su debut literario, cuenta la escritora a Efe, se puso a 'jugar' con algunos mecanismos como el recorte porque, como la memoria es infinita, tuvo que meterle tijera a esas conversaciones que mantuvo con su madre para construir este libro que llega a España de la mano de la editorial Navaja Suiza.

'Normalmente no pregunta a su madre cuestiones como cómo se llamaba su muñeca, cómo era el suelo de su cuarto, o cómo fue la primera vez que se fue a la cama con tu padre. Son espacios que quería para esta historia y creo que por eso la escribí en pequeños fragmentos, porque es una historia que abarca distintas generaciones', explica Lahore (Montevideo, 1985) sobre la estructura y germen de esta obra.

Un libro que en 2019 recibió el premio Mejores Obras Literarias del Ministerio de las Culturas de Chile y que la propia autora califica de 'piezas de un puzzle' en el que va hacia delante y hacia detrás en la historia de tres generaciones de su familia para descubrir por qué su madre escribió siendo joven esa nota de suicidio.

Porque ese papel fue el 'disparador' que activó esta búsqueda de recuerdos en la mente de su madre para 'tratar de entender' qué es lo que llevó a su madre a escribirlo.

'Pero -matiza- en la realidad también me disparó la necesidad de escribir y conocer quién fue mi madre y por lo tanto quienes fueron mis abuelos, mis tíos (...) Es una fantasía encontrar respuestas absolutas a temas de tanta angustia. Son distintas búsquedas de tres generaciones en distintas situaciones, la abuela que está en este campo adentro, la madre abriéndose paso, y la hija (ella) asentada con otra realidad'.

Y dentro de estas diferencias de edad, lo que Lahore aborda con un ritmo incesante pero pausado es cómo todos 'tratan de superar estos obstáculos'.

'Cuando uno escribe siempre tiene el freno de no exponerse ni exponer a los demás, pero algo que me jugó a favor es que era mi primera novela y la escribía para mi y pensaba que como máximo la leerían mis amigos', reconoce.

Pero quien la leyó fue su mamá, porque su papá falleció antes de que saliera publicada. Y la reacción fue ésta: 'yo vivo en Santiago de Chile y me fui a Montevideo para acompañar a mi madre durante la lectura. La leyó en un par de horas y su respuesta fue muy buena. La primera frase de la novela le chocó pero en general creo que fue sanador para ella porque sabe que convertí un montón de recuerdos y de historias que pueden ser difíciles en algo que se acerca a la belleza'.

Aunque Lahore duda a la hora de calificar 'Debimos ser felices' como 'sanador, porque reconoce que 'sería iluso que la literatura pueda curar una enfermedad mental o acabar con algo tan tremendo'.

Eso sí, lo que asegura es que este libro le ofreció algo que pocos pueden afirmar haber tenido, 'un montón de conversaciones' con su madre.

'Esa era la idea, no había forma de hablar de estos temas sino te expones, si hubiera sido un ejercicio a medias no habría valido la pena. Si alguna virtud tiene la novela es poder hablar honestamente del tema de la depresión, pero sin tratar grandes respuestas, sino iluminando una realidad que viven muchas personas a través de pequeñas cuestiones', añade.

Con su primer libro a la venta en Chile, Uruguay y 'ahora en España', la vida de Lahore 'sigue girando' para encontrar nuevos lectores que le hagan ver cómo entienden esta novela de personajes femeninos fuertes que luchan por salvar los obstáculos que la vida le puso por delante. EFE

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