Dudas en Uruguay tras inicio de venta de marihuana en farmacias

Proceso de selección de plantas de marihuana en un club cannábico de Montevideo. Uruguay se convirtió el pasado miércoles en el primer país del mundo en controlar de principio a fin la producción y compraventa de marihuana de uso recreativo con su dispensación en farmacias. ( EFE/Raúl Martínez)

MONTEVIDEO. Uruguay se convirtió el pasado miércoles en el primer país del mundo en controlar de principio a fin la producción y compraventa de marihuana de uso recreativo con su dispensación en farmacias, un proceso inédito que genera altas expectativas pero también dudas.

En diciembre de 2013, cuando el exguerrillero tupamaro José Mujica (2010-2015) aún era presidente, el Senado aprobó una ley que le permitió al Estado controlar la marihuana desde su siembra hasta su venta al público.

Este miércoles Uruguay inició la venta de flores de cannabis en las farmacias y completó así la puesta en marcha de las tres vías de acceso recreativo a la sustancia que estipula la ley, ya que en el país también está habilitado desde 2014 el autocultivo y los clubes de cultivadores.

La medida sitúa a Uruguay como pionero en iniciar una lucha contra el narcotráfico que se aparta del prohibicionismo y el castigo y prioriza una política sanitaria que busca reducir los riesgos y daños del consumo de estupefacientes.

Sin embargo, el proceso de compraventa de marihuana en las farmacias abrió la puerta a varias especulaciones relacionadas con la psicoactividad del producto que ofrece el Estado, la cantidad de farmacias habilitadas y la preocupación por mejorar el acceso a los usos medicinales de la planta.

En esta primera etapa, el Estado puso en circulación dos variedades de cannabis, que denominó Alfa I y Beta I y que contienen un porcentaje de psicoactividad que ronda el 2 %, algo que fue considerado bajo por algunos especialistas.