El yoga, la práctica milenaria de la India que se esparce en la pandemia

Mujeres musulmanas practican yoga en Mumbai, India, el 21 de junio de 2021. En diciembre de 2014, las Naciones Unidas declaró el 21 de junio como Día Internacioal del Yoga. (EFE)

La India celebra este lunes el Día Internacional del Yoga, una práctica milenaria forzada a transformarse por las restricciones de la pandemia del coronavirus, que intenta convertirse en un refugio para la mente y el cuerpo.

Bajo el lema 'Yoga para el bienestar', los fervientes seguidores de esta práctica en la India, celebraron la jornada con sesiones al aire libre y en casa para conmemorar la fecha decretada por la ONU en 2014.

Varios líderes políticos, entre ellos el primer ministro indio Narendra Modi, o el presidente del país, Ram Nath Kovind, pusieron el evento en la agenda con actividades virtuales en las que compartieron sus propias rutinas.

Pese a que por segundo año consecutivo no se organizó ningún evento multitudinario para evitar la expansión de la covid, 'el yoga se ha convertido en un rayo de esperanza' en la lucha contra la pandemia, destacó Modi, un ferviente yogui y promotor de la celebración.

'El yoga ayuda a las personas a ganar confianza para combatir esta enfermedad', agregó.

La disciplina oriental, que tiene su origen en los antiguos 'vedas' (palabra que significa 'sabiduría'), las escrituras hindúes que datan del 1.500 antes de Cristo y forman la base de la religión hindú, ha tenido un nuevo despertar con el impulso del Gobierno de Modi que justo hoy lanzó una aplicación, el m-Yoga, para facilitar la práctica alrededor del mundo.

'Si eliges la forma correcta de hacer yoga, que te ayuda a equilibrar tu personalidad, puede hacer maravillas en ti, pero si terminas eligiendo la forma incorrecta, puedes lastimarte aún más', detalló la maestra yogui india.

Una familia internacional

Pero más allá de los beneficios físicos y mentales, la expansión del yoga ha logrado crear una comunidad de seguidores que traspasa fronteras.

Es el caso Manav, un profesor de yoga en la región costera de Goa que solía recibir centenares de estudiantes internacionales dispuestos a iniciar su viaje espiritual en su escuela, y que ahora debe guiarles desde casa a través de la pantalla de su ordenador.

'El yoga es como una comunidad de vecinos. Durante años, la gente vino a practicar con nosotros, retornó a su país y volvió de nuevo”, explicó a Efe.

La pandemia no ha frenado que mantenga el contacto con sus antiguos alumnos: de hecho, algunos de ellos siguen participando en sus clases; y tampoco ha impedido que otros nuevos ingresen en la escuela, interesados en adentrarse en una práctica cuyo proceso de aprendizaje lleva su tiempo.

El estudio del yoga no termina nunca, 'tu puedes estar haciendo las mismas poses todos los días, pero eso no significa que estés progresando. Todos los días tienes que ver sentir cuán lejos puedes llegar en cada pose, y para ello necesitas ser positivo', anotó.

La práctica de esta disciplina es de gran ayuda. 'Aunque no lo planees tu vida se convierte en una rutina y desarrollas estabilidad mental. Tú como persona te vuelves más humilde, no querrás lastimar a nadie y podrás hacer de todo', concluye. EFE/Mikaela Viqueira

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