La guerrilla karen toma otra base militar del Ejército birmano
Bagnkok, 7 may (EFE).- La guerrilla Ejército Nacional de Liberación Karen (KNLA, sigla en inglés) tomó este viernes una base militar birmana, la segunda en diez días, en el este de Birmania (Myanmar), en medio del incremento de los combates entre el Ejército y los grupos étnicos armados.
El ataque se produjo días después de que el Ejército, que tomó el poder en un golpe de Estado el pasado 1 de febrero, sufriera varias bajas en un enfrentamiento con dos guerrillas de la llamada Alianza del Norte en el estado Shan (noreste).
Los guerrilleros del KNLA ocuparon hoy la base birmana de Eu Thu Hta en el estado Kayin, junto a la frontera tailandesa, y se apoderaron de munición, incluidas granadas de mortero, en una ofensiva que contó con ayuda del Ejército de Arakán (AA, sigla en inglés), según el medio Irrawaddy.
En un vídeo se puede observar varias cabañas ardiendo en la base, que al parecer había sido abandonada poco antes por los soldados birmanos.
Desde el pasado 27 de marzo, el KNLA ha arrebatado al menos tres bases militares al Ejército birmano, que ha respondido con ataques aéreos y bombardeos contra la guerrilla y contra civiles karen, provocando al menos 19 muertos y más de 40.000 desplazados.
Muchos de estos desplazados se encuentran escondidos en zonas selváticas con carencia de alimentos y medicinas, mientras que las autoridades tailandesas, que al comienzo devolvieron a Birmania a refugiados karen, dicen que han acogido a más de 2.267 en las últimas semanas.
Los pasados martes y miércoles, el Tatmadaw (Ejército birmano) sufrió los pasado martes y miércoles al menos una docena de bajas, según dijo un testito al Irrawaddy, en un enfrentamiento con las guerrillas Ejército Nacional de Liberación Ta'ang y Ejército de la Alianza Democrática Nacional, de la Alianza del Norte.
Varias guerrillas de las minorías étnicas, que representan un tercio de los 53 millones de birmanos, llevan alzadas en armas desde hace décadas para pedir más autonomía o la independencia y algunas han expresado su apoyo al movimiento de desobediencia civil contra la junta militar.
Desde el alzamiento castrense, los enfrentamientos entre los solados birmanos y los grupos armados étnicos han ido en aumento, mientras que las fuerzas de seguridad continúan con la represión de las protestas contra el golpe.
Según el recuento de la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos (AAPP), la junta birmana ha matado a 772 civiles, incluidos al menos 43 menores, y mantiene detenidas a más de 3.700 personas, entre las que se encuentra el líder del Gobierno depuesta, Aung San Suu Kyi. EFE
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