Riad pasa a la presión directa para empujar a su población a vacunarse

Suleiman al Asad

Riad, 25 may (EFE).- Arabia Saudí ha pasado de una campaña de concienciación a una de presión directa para obligar a su población a vacunarse contra la covid-19 en busca de acelerar la recuperación económica, lo que ha provocado un creciente rechazo a esta imposición manifestado en las redes sociales.

El reino árabe anunció la semana pasada que a partir del 1 de agosto solo permitirá participar en actividades de la vida pública, incluido el uso de los medios de transporte públicos, a los vacunados.

La lista de restricciones a los no vacunados alcanzará a la prohibición de acudir a sus centros de trabajo, instalaciones administrativas públicas o privadas, eventos deportivos o culturales e incluso tomar vuelos internacionales, en un país en el que un 40 % de los cerca de 35 millones de habitantes son expatriados.

Se espera que también se exija la inmunización para la 'hach', o peregrinación anual a los lugares sagrados de La Meca y Medina, prevista para mediados de julio, después de que el reino limitara este año la 'umra', o peregrinación menor, que los musulmanes hacen a lo largo del año, a quienes hayan recibido al menos una dosis de la vacuna.

Riad quiere volver cuanto antes a la normalidad para impulsar su economía, bastante afectada por la crisis generada por la pandemia, sobre todo por la caída de los precios del petróleo ante la recesión mundial.

Y todo en un momento en el que el país está inmerso en una plan para modernizarse y diversificar su economía.

RECHAZO A LA 'OBLIGATORIEDAD'

Pero el endurecimiento de las medidas ha aumentado la polémica entre la población del rico y conservador país árabe, sobre todo en las redes sociales, y mientras algunos las consideran como un medio para conseguir la inmunidad de rebaño y acelerar la apertura, otros las ven como un impedimento hasta para salir de casa.

'No estoy convencido, pero he tenido que recibir dos dosis para poder visitar a mi familia y volver a entrar' en Arabia Saudí, dijo a Efe Mohamed Ibrahim, un expatriado egipcio de 42 años, sin ocultar su oposición a la 'obligatoriedad' de vacunarse.

Una postura similar la expresó el saudí Zamer al Hamed, de 32 años, aunque admitió 'la naturaleza obligatoria' de la lucha contra la pandemia hasta conseguir la inmunidad social.

'Si uno se abstiene, se vuelve peligroso para el resto, por lo que el asunto no debe dejarse a la decisión de los individuos', recalca Al Hamed.

Desde que empezó la campaña de vacunación oficial, en diciembre pasado, el reino dedica los medios escritos y audiovisuales oficiales a animar a la población a apuntarse para vacunarse y ha creado varias aplicaciones de móvil para el registro, seguimiento y control del proceso.

El Ministerio de Sanidad saudí, que ha abierto 587 centros de vacunación en todo el país, aseguró el lunes que ha administrado ya al menos 13 millones de dosis de la inmunización contra la covid-19.

Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud, Arabia Saudí ha registrado desde el estallido de la pandemia más de 442.000 casos de covid-19 y 7.264 muertes por esta enfermedad. EFE

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