Sacan cuerpo del niño que fue arrastrado por cañada en Los Peralejos

Personal de las instituciones de rescate del país sacaron de una cañada el cadáver de un niño de 9 años que desde el pasado domingo estaba desaparecido al ser arrastrado por una corriente de agua cerca de su residencia en el sector Los Peralejos, Distrito Nacional.

El cuerpo de Greimy Alexander Suriel fue encontrado la tarde de este miércoles por rescatistas en la cañada La 30, cerca del residencial El Ducado, sector Los Ríos, Distrito Nacional.

Una funda negra fue usada para cubrir el cuerpo del menor, que fue trasladado a una unidad del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) para los fines correspondientes.

Moradores del residencial El Ducado informaron que desde hace dos días un inusual mal olor salía de la cañada, pero hoy fue que llamaron a la Alcaldía del Distrito Nacional, ya recordaron la desaparición del infante.

El director del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), general retirado Juan Manuel Méndez, dijo que la muerte del niño entristece a las familias dominicanas, por lo que pidió elevar una plegaria por su descanso.

En la búsqueda participaron la Defensa Civil, Bomberos del Distrito Nacional, el Ejército, la Alcaldía del Distrito Nacional, el Ministerio de Obras Públicas, el Instituto Nacional De Aguas Potables Y Alcantarillados, la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo y la empresa TDC.

La cantidad de residuos acumulados en la cañada La 30 dificultó encontrar el cuerpo del menor, según había informado la Defensa Civil; habló de palos, vidrios, tierra, animales muertos y mucha agua.

Greimy Alexander estaba jugando el pasado domingo con unos amigos cuando a uno de ellos una unidad de su calzado fue arrastrada por las lluvias y él trató de alcanzarla, pero resbaló y la corriente lo llevó hasta un hueco de más de un metro de ancho, el cual pasa debajo de una vivienda hasta llegar a la cañada.

Atascado en el orificio, un vecino intentó ayudarlo, tomándolo por la cabeza, pero no pudo sostenerlo por mucho tiempo ante la presión del agua.

Luego de la tragedia, las autoridades colocaron varillas y cemento en el hoyo para evitar otro suceso parecido.

Desde lo sucedido, los progenitores del niño no quieren hablar con la prensa por lo que delegaron al pastor Adolfo Mateo para cualquier información que se requiera.

Mateo había criticado que el hueco estuviera abierto: “Esto impacta a la comunidad porque esto no debió suceder, porque ese hueco debió tener una protección que solamente pase el agua”.