Importancia Schiff defensivo
“Brindo con un mayor de edad con hielo cristalino, y le doy un aplauso al hombre que dice: “No necesito otra, ella lo tiene todo”. BRV En el béisbol es fundamental conocer las características ofensivas de los rivales, sus fortalezas y debilidades en su estilo de bateo, razón por la cual para evitar que el adversario anote carreras se ha diseñado y colocado en primer plano la ubicación especifíca del infield y los jardineros.
Esto se conoce hoy como “schiff defensivo”, donde los jugadores del infield se mueven hacia la derecha, si el bateador es zurdo, como David Ortiz, y en la ruta contraria, si es un Albert Pujols o Miguel Cabrera.
Aunque el “schiff defensivo” se aprecia como algo no novedoso y revolucionario, cansado de ver como Ted Williams pasaba un batazo tras otro hacia el jardín derecho, Lou Boudreau, manager y parapocorto de los Indios de Cleveland, le ordenó a sus infielders acomodarse de una forma distinta en el cuadro. El 14 julio de 1946, Boudreau se ubicó en la posición que generalmente cubre el camarero, entre primera y segunda. Colocó al tercera base Ken Kelter detrás de la intermedia y ligeramente cargado hacia el lado de la inicial. Al segunda base Jack Conway lo puso en el terreno corto del jardín derecho, cerca de la raya de fair. y todo el campo entre la segunda y antesala quedó vacío. Así nació la “Formación Boudreau”.
Usted ha escuchado el nombre de Dickey Pearce, pues bien este jugador revolucionó el infield y el bateo. Nacido en Brooklyn, Nueva York el 29 de febrero de 1836, era un jugador de baja estatura 5 pies y 3 pulgadas.
El shortstop era parte de los jardines y Dickey fue el primero en colocarse entre el tercera base y el segunda. Poco después lo hacían todos. Con esta decisión revolucionó la defensiva alrededor del infield.
Cuando tenía 30 años, y viendo que no tenía poder, empezó a pararse en el plato y de frente al pitcher, tomaba el bate a medio talle con las dos manos y buscaba “machucar” la bola para que rodara un poco y así llegar a la primera base.
Esa forma de bateo se convirtió viral y otros bateadores de baja estatura copiaron ese estilo naciendo el “bunt” o sea el toque de pelota.
Un día como hoy 2010: Ubaldo Jiménez, de los Rockies, coquetea con su segundo juego sin hits del año, permitió un sencillo dentro del cuadro de Humberto Quintero, Los Rockies ganan 4-0, y Jiménez pone su récord en 8-1 con una efectividad de 0.99.
En el 2014: A los 55 años de edad, Julio Franco regresa al béisbol profesional, y batea de 3-1 con el conjunto Fort Worth Cats, en la Liga de los Independiente, y ahora ha jugado en cinco décadas, habiendo comenzado en las ligas menores en 1978 hasta su retiro en el 2008.
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