La última milla

Todas esas medidas, anunciadas hace ya dos semanas, procuran (teóricamente) fortalecer nuestro sistema financiero y de pagos

(Ilustración: Ramón L. Sandoval)

?Conozco a Ale desde que tengo recuerdo de mis caminatas los fines de semana en el Parque Mirador. Su presencia ahí, en el Kilometro 0, nunca falla. Es un punto de referencia, de servicio y hasta de confianza para cientos de caminantes como yo.

Además de vender botellitas de agua y otras bebidas, tiene un surtido de papitas, galleticas y nueces (para los más saludables). Las bebidas las tiene frías y temperatura ambiente, pues Ale conoce los gustos de sus clientes, aunque nos vea solamente los fines de semana.

Su rol va más allá de mero proveedor de comestibles. Ale es también custodio de nuestros bienes más preciados, desde celulares y llaves de vehículos, para aquellos que salimos a nuestro encuentro, ahora distante en la imaginación, con la salud, la naturaleza y otros amantes de las caminatas, el “jogging” o la bicicleta.

Tal es la confianza que se genera a través de los años, que Ale también nos fía, a los de barriguitas cerveceras que a veces olvidamos el efectivo en la casa. “No te preocupes, ya nos conocemos. Tu me pagas eso después. Llévate lo que tu quieras.”

Lo vi por última vez un par de semanas atrás. Porque sabía lo que ocurría en otros países en cuanto a medidas de cuarentena y distanciamiento social a raíz del Covid-19, sabía también que esa sería la última vez que intercambiaría con Ale en mucho tiempo.

Luego de pagarle (esta vez nada de “fiao”) y darle su buena propina, le pedí el número de su teléfono celular. En principio el simplemente me entregó su móvil, pues pensó que yo lo necesitaba para hacer una llamada. “No, Ale. Es tu número que necesito.”

“Las herramientas de supervisión actuales están diseñadas para restringir a los bancos, para que no se sobre extiendan. Ahora, el problema que tenemos es lo inverso: Los bancos tienen que llenar el vacío resultante de la desaparición del crédito comercial de antes” Agustin Carstens