Año nuevo 2020-21

Quienes nazcan en ese lapso tendrán éxito en los negocios, pero serán propensos a contraer enfermedades

Para cualquier dominicano, el nombre del año nuevo que empieza mañana no es particularmente atractivo. No nos referimos, por supuesto, al nuestro que comenzó hace más de tres semanas, sino a la más importante festividad china, el año nuevo cuyo calendario es calculado con base en los desplazamientos y fases de la luna. Parte de un festival de primavera más amplio que dura quince días, la cantidad de fuegos artificiales que se dispararán en China mañana en la noche hará palidecer los tirados en las celebraciones de cualquier otro país, siendo parte de una tradición que se remonta a la supuesta hazaña de un niño que alejó la amenaza de una criatura mitológica, ahuyentándola con el ruido y destellos de lo que hoy aquí conocemos como cohetes chinos. Y eso sucederá a pesar de las limitaciones y prohibiciones impuestas por cientos de municipios, por razones de seguridad y para reducir la contaminación.

Si por nosotros fuera, habríamos exterminado al animal que dará su nombre al nuevo año en esta ocasión. Será el año de la rata y durará hasta el 11 de febrero del 2021. Quienes nazcan en ese lapso tendrán éxito en los negocios, pero serán propensos a contraer enfermedades.

La parte central de la festividad, aparte de los fuegos, es la reunión familiar, lo que provoca masivos desplazamientos de personas desde las ciudades hacia los pueblos donde residen sus padres o familiares más cercanos, a quienes pueden no haber visto desde hace tiempo. Como en la economía aún las prácticas más repudiables pueden generar beneficios colaterales, muchas jóvenes chinas ganan dinero esa noche gracias al desbalance demográfico entre hombres y mujeres consecuencia de la política del hijo único, la cual condujo durante décadas a interrupciones del embarazo cuando de hembras se trataba. Ya que tener novia es muy valorado por sus familiares por motivos de descendencia, jóvenes chinos contratan muchachas para que les acompañen como si fueran sus futuras consortes.

Doctor en Economía de Columbia University especializado en empresas, mercados, pronósticos y riesgo.