Factor descontaminante

Los efectos del cambio climático están motivando que la energía nuclear vuelva a ser ponderada como una alternativa viable

La evidencia tangible de los daños que un proyecto o actividad económica puede provocar, es el detonante fundamental de la reacción pública en su contra. Si los perjuicios son visibles e inmediatos, la respuesta tenderá a ser vigorosa. Pero si se manifiestan a más largo plazo u ocurren de forma indirecta, la reacción será menos apasionada y contundente.

Sucede así con la energía producida por centrales nucleares y la generada por carbón y petróleo. La primera es asociada con accidentes dramáticos como el sucedido en Chernóbil, Ucrania, o fenómenos naturales como el que afectó la planta de Fukushima en Japón, los cuales ocuparon durante semanas las primeras planas noticiosas y motivaron que un gran pánico se apoderara de la población afectada. La segunda, en cambio, ejerce sus consecuencias lesivas de manera paulatina a través de la contaminación, que a su vez conduce a variaciones climatológicas que inciden sobre la temperatura, las tormentas y los patrones de lluvia. De ahí que la oposición a la energía nuclear sea más virulenta y militante que el rechazo a las plantas que usan carbón o petróleo.

Los efectos del cambio climático, sin embargo, se están haciendo cada vez más notorios, lo que está motivando que la energía nuclear vuelva a ser ponderada como una alternativa viable. Esa perspectiva es particularmente significativa en Japón, país que pasó desde tener cerca de 50 reactores nucleares operando antes del incidente de Fukushima, a apenas dos a fines del año pasado. Dada la suspicacia respecto de la energía nuclear, el gobierno japonés no abogó directamente a su favor, pero indirectamente lo hizo, al aprobar un plan para eliminar las emisiones netas de CO2 a la atmósfera para el 2050, meta ésta que difícilmente podrá alcanzarse exclusivamente vía energías renovables como el viento, el sol o las mareas.

Vista como un instrumento contra el calentamiento global, la imagen de la energía nuclear puede mejorar sustancialmente. 

Doctor en Economía de Columbia University especializado en empresas, mercados, pronósticos y riesgo.