El 75 % de los pagos promedio de los dominicanos son en efectivo
El transporte público y las microempresas son prioridad para impulsar pagos digitales
A pesar de los avances tecnológicos que ha experimentado la industria de pagos en las últimas décadas, los cuales se han transferido a la República Dominicana, el país aún continúa con un elevado nivel de uso de efectivo en el intercambio de bienes y servicios, situación que limita la inclusión financiera de las personas y las empresas.
El 75 % del consumo promedio que realiza una persona en el país lo paga con dinero físico, una problemática a la que se añade la baja penetración de puntos de venta (POS, en inglés), que es de 17 por cada mil habitantes, una cantidad que en otras naciones de la región, como Costa Rica o Brasil es de 30 y 90, respectivamente.
La afirmación corresponde a Tomás Alonso, gerente general para la República Dominicana y Haití de la empresa Mastercard, quien destacó que, pese a los retos, el país es uno de los que mayor dinamismo y potencial tiene para esa firma en toda Latinoamérica.
“Las cantidades que podemos todavía digitalizar de pagos existentes (en efectivo), hace que Mastercard pueda agregar muchísimo valor, independientemente de si la economía crece o no. La parte del pastel que todavía es en efectivo es grande. Además, tenemos la suerte que el pastel cada vez se hace más grande porque la economía crece muchísimo gracias a los diversos sectores”, manifestó.
Consultado sobre cómo reducir el elevado nivel de uso de efectivo, Alonso planteó que se requiere un esfuerzo público-privado de todos los actores que participan de la dinámica de pagos.
- “La respuesta siempre va a ser temas de ecosistema, y eso es lo clave. No es que un banco, un comercio o el Gobierno solos vamos a poder impulsarlo, sino es cómo todos hacemos esfuerzos. Estamos viendo cómo podemos crear esas dinámicas, colaboraciones público-privadas, que favorezcan esto”, declaró.
El ejecutivo puso como ejemplo los pagos en el transporte público y las microempresas. Indicó que el primero es una de las prioridades de la empresa, con el propósito de ir reduciendo el uso de efectivo en ese servicio, mientras que con las segundas se proponen su formalización y digitalización.
“No es solo que acepten pagos en tarjeta (las microempresas), que sí es un paso adelante, sino que empiecen a crear un historial de data digital que luego les va a permitir mejorar su negocio y a los bancos obtener su trazabilidad a la hora que necesiten un financiamiento porque podrán conocer cuánto se consume en su negocio con tarjetas”, explicó.
Fraudes
En cuanto a la comparativa en la cantidad de fraudes sobre las tarjetas del país con otras naciones, el gerente general de Mastercard sostuvo que la globalización del crimen es lo más peligroso y retador para el sector.
“Al final los ciberdelincuentes son organizaciones muy estructuradas y siempre estamos expuestos a esa globalidad. Con esto quiero decir que no estamos ni mejor ni peor, estamos con el mismo nivel de exposición a ciberataques”, precisó.
Reveló que una parte del fraude al sistema financiero proviene desde correos electrónicos, el denominado phishing, y luego el cometido a través de transacciones. Sin embargo, resaltó el trabajo en educación a los usuarios que han realizado las entidades para prevenir acciones delictivas.
“Mientras sigamos avanzando en este tema de tokenización que protege los 16 dígitos de la tarjeta, la autenticación, pues más seguridad vamos a tener. Ahora mismo, ya no estamos ni encima ni debajo, estamos sufriendo o enfrentando el reto global”, puntualizó.