Estrés postraumático por COVID-19

“El estrés postraumático es un trastorno de la salud mental desencadenado por una situación aterradora, ya sea porque la persona la haya vivido o presenciado”. Las experiencias que las personas hemos estado experimentando con la pandemia COVID-19 son las mismas que muchos individuos han vivido en las guerras, hambrunas, migraciones, persecuciones raciales, políticas y religiosas. Experiencias traumáticas en la vida de muchas personas que dañan su salud mental y que dieron nombre a este síndrome que hoy padecen niños y adultos.

Personas que han sufrido la COVID-19, que han estado en unidades de cuidados intensivos al borde de la muerte, que han visto morir a sus seres queridos, que no han tenido ni siquiera la oportunidad de acompañarlos en la enfermedad o en su velatorio y sepultura, más adelante manifiestan trastornos emocionales y del sueño, irritabilidad, ansiedad, depresión, pesadillas, recuerdos repetitivos de los hechos, ideas suicidas y suicidios. Son estos, algunos de los síntomas del estrés postraumático que se está padeciendo en esta pandemia que aún no ha terminado y que, si no estamos vigilantes para diagnosticarlo y tratarlo, podría resultar en otra pandemia en el ámbito psicológico con efectos adversos impredecibles en la salud emocional colectiva.

Un estudio publicado en Wuhan (China) en marzo 2020 que incluyó a 714 pacientes de cinco hospitales y que se reportó en Psychological Medicine, encontró que el 96% de esos pacientes padecían de estrés postraumático por COVID-19.

Para prevenir y enfrentar exitosamente este trastorno lo primero que debemos hacer es reconocer que tenemos el problema y buscar una ayuda profesional temprana, mantenernos cerca de la familia y demás seres queridos, hacer vida al aire libre y alguna actividad física regular. Volver a hacer las cosas que antes nos fueron placenteras si las hemos abandonado.

Y si somos creyentes, hagamos uso de la oración diaria que es uno de nuestros mejores aliados. Que reconozcamos que como seres humanos somos muy limitados y vulnerables y que no estamos en capacidad de resolverlo todo. Que pongamos aquellos asuntos que nos parezcan insolubles en manos de alguien que usted y yo sabemos que todo lo puede. Por último, y aunque sea por un tiempo dejemos de ver, oír o leer noticias y las redes sociales, porque ese afán de mantenernos muy informados muchas veces y sin darnos cuenta es una parte importante del problema.

Pediatra neonatólogo. Pediatra emérito y pasado presidente de la Sociedad Dominicana de Pediatría.