Gripe y COVID-19: semejanzas y diferencias

La gripe estacional o influenza de todos años y el recién llegado coronavirus COVID-19 presentan similitudes y disparidades en cuanto a síntomas, evolución, contagio, propagación, riesgos, complicaciones y tratamiento. Te ayudamos a conocerlas

Es fundamental vigilar los síntomas para comprobar si nos encontramos ante una gripe o el nuevo coronavirus. (Shutterstock)

Se aproxima la temporada de otoño, cuando estamos expuestos a los fríos y las lluvias, con lo que proliferan las enfermedades respiratorias, y también pasamos más tiempo en espacios cerrados, en los que aumenta el riesgo de contagio.

Dada la situación de pandemia, ante el primer estornudo, mucosidad, malestar o subida de la temperatura corporal, muchos nos preguntaremos: ¿habré contraído la gripe de toda la vida, o se trata del recién llegado coronavirus...?.

Quizá no sea ni una cosa ni la otra, y solo sea una molestia pasajera, pero la incertidumbre no deja de producir desasosiego. Por eso resulta útil conocer las similitudes y diferencias entre la gripe, causada por los virus de influenza A y B, y el COVID-19, ocasionado? por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, según las pautas recogidas y actualizadas por el CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades) estadounidense (www.cdc.gov).

La gripe y el COVID-19 comparten muchas características y puede ser difícil distinguirlas basándose solo en los síntomas, algunos similares, por lo que puede hacer falta una prueba de detección para confirmar el diagnóstico, pero hay ciertas diferencias clave entre estas enfermedades respiratorias contagiosas, según este organismo gubernamental.

1. Signos y síntomas
Los síntomas más comunes tanto del COVID-19 como la gripe incluyen: fiebre, en mayor o menor medida , escalofríos, tos, sentir que falta el aire, fatiga, dolor de garganta, mucosidad nasal o nariz tapada, dolor muscular, molestias corporales, dolor de cabeza, vómitos y diarrea (esto último es más frecuente en los niños).

Uno los signos o síntomas del COVID-19, que difiere de los de la gripe, son los cambios o pérdida del olfato o el gusto, según el CDC, quien recomienda acudir a las urgencias hospitalarias si se presentan estos ‘signos de advertencia’ de COVID-19: dificultad para respirar, dolor o presión en el pecho, confusión, incapacidad de despertar o permanecer despierto, o coloración azulada en labios o rostro.

Forma de propagación

El COVID-19 y la gripe pueden propagarse de persona a persona entre quienes están en contacto cercano, a través de las gotitas que van por el aire cuando el enfermo tose, estornuda o habla, y es posible que una persona se infecte a través del contacto físico (al estrechar manos) o al tocar una superficie u objeto con el virus y luego tocarse la boca, la nariz o posiblemente los ojos.

En cuanto a las diferencias, el CDC apunta que la COVID-19 es más contagiosa que la gripe en ciertas poblaciones y grupos de edad, y se ha observado que el coronavirus puede propagarse rápida y fácilmente a muchísimas personas y provocar una propagación continua interpersonal a medida que pasa el tiempo.

Grupos de riesgo

Tanto el COVID-19 como la gripe pueden provocar dolencias graves y complicaciones, siendo las personas mayores las que poseen un mayor nivel de riesgo, y especialmente aquellas que tienen afecciones de salud subyacentes, además de las mujeres embarazadas, según el CDC. Este organismo añade que los bebés y niños con afecciones subyacentes tienen un mayor riesgo de contraer, tanto una, como otra enfermedad.

Respecto a las diferencias, esta fuente informa que los niños pequeños corren un mayor riesgo de enfermarse gravemente a causa de la gripe, mientras que los niños en edad escolar con COVID-19 tienen un mayor riesgo de padecer el síndrome inflamatorio multisistémico en niños (MIS-C), una complicación rara, pero grave, en la que diferentes partes del cuerpo pueden inflamarse.

Posibles complicaciones

El COVID-19 y la gripe pueden provocar neumonía, insuficiencia respiratoria, líquido en los pulmones, sepsis, lesión cardiaca, insuficiencia multiorgánica (respiratoria y renal), agravamiento de afecciones crónicas (que involucran a los pulmones, el corazón, el sistema nervioso o la diabetes), inflamación del corazón, cerebro y tejidos musculares, e infecciones bacterianas secundarias, según el CDC.

Aunque algunas personas con gripe desarrollan complicaciones, la mayoría se recupera en pocos días o menos de dos semanas, en tanto que quienes contraen el COVID-19 pueden incluir otras complicaciones asociadas, como coágulos de sangre en las venas y arterias de los pulmones, corazón, piernas o cerebro y el MIS-C, concluyen.

Texto: Omar Goncebat

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