Teleprofesores para aprender idiomas

Todo está cambiando y el modo de aprender idiomas también. Recibir clases individuales de una lengua extranjera a distancia y de manera virtual, con un profesor particular, proporciona los mismos beneficios que la enseñanza presencial e incluso algunas ventajas.

A veces, mantenernos alejados nos acerca a unos mejores resultados. Es el caso del aprendizaje de idiomas en línea, una de las numerosas actividades a distancia, cuyo auge se ha disparado debido precisamente a los contagios por el COVID-19.“La pandemia ha cambiado la manera en la que se impartían las clases de idiomas, pasando de un modelo presencial en academias y escuelas, a un modelo “online””, explica a Efe Ana Aránguez Díez, directora de marketing en Europa de la comunidad global de aprendizaje de idiomas italki (www.italki.com).

Paralelamente, en una etapa como la actual en la que disminuye la oferta laboral y aumenta el número de candidatos a un puesto "el dominio de una lengua extranjera es una de las habilidades más demandadas para destacar entre los aspirantes a un trabajo, impulsar una carrera profesional y acceder a un mayor sueldo", puntualiza.

En este contexto, los nuevos formatos de enseñanza ‘online’, ofrecen una manera más asequible, cómoda y flexible de aprender o mejorar el conocimiento de un idioma desde cualquier parte del mundo, según Aránguez.

Clases donde quieras y cuando quieras

La plataforma de la que esta experta forma parte gestiona clases particulares en línea concertadas entre alumnos y profesores nativos y titulados de más de 130 idiomas, en las que uno recibe la lección y el otro la imparte desde sus respectivos domicilios, a través de canales de videcomunicación como Skype o Hangouts, favoreciendo la interacción y la inmersión lingüística.

La formación ‘online’ ofrece una solución a aquellas personas que no tienen fácil acceso al aprendizaje, por falta de tiempo o recursos económicos, y a quienes quieren acceder a oportunidades laborales en otros países, mediante el teletrabajo, que se ha disparado con la pandemia, según esta experta.

“Ya sea para continuar con la formación profesional, preparar exámenes, certificados de idiomas o un ‘curriculum vitae’ en inglés, francés o alemán, presentarse a una entrevista de trabajo, aprovechar el confinamiento aprendiendo o mejorar el manejo de una segunda lengua, el aprendizaje virtual tiene los mismos beneficios que el presencial, e incluso más”, apunta.

“Esto se debe a dos razones clave: a que en la modalidad “online” se avanza mucho más rápido y a que el alumno obtiene un mayor grado de personalización y flexibilidad a la hora de tomar las clases”, según Aránguez.“Al utilizar un ordenador o ‘tablet’ con acceso a internet, los estudiantes gozan de un gran nivel de comodidad para estudiar desde su hogar y, al no tener que desplazarse a los centros educativos, ahorran dinero y tiempo que pueden aprovechar para dedicarse al estudio de lleno”, asegura la especialista.

Agregando que gracias a estas herramientas digitales los estudiantes “pueden elegir cuándo y cómo estudiar, aprender a un ritmo personalizado, avanzar dependiendo de las metas que se vayan planteando con el profesor y recibir una formación acorde a sus necesidades individuales con una mayor dedicación de los puntos que haya que mejorar”.

Además, “sin importar desde dónde se conecte el alumno, siempre tendrá la posibilidad de encontrar profesores disponibles para reforzar algún punto 15 minutos antes de un examen, despejar dudas o simplemente conversar”, enfatiza.“Para acceder al aprendizaje en línea, el usuario se registra en la plataforma, elige el profesor que más se adecúe a sus necesidades, objetivos y su presupuesto y, después, establece con este profesional los objetivos, dinámica, contenidos y horarios de las clases, que se imparten de modo virtual”, concluye.Por Ricardo Segura.

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