La oposición turca confía en que no habrá disturbios que interrumpan el proceso electoral

Ante los temores de que el Gobierno turco pudiera fomentar disturbios en la noche electoral, este domingo, en reacción a una eventual derrota, el principal partido de la oposición asegura en que ni el recuento de votos ni el traspaso de poderes serán interrumpidos.

"Los dirigentes de este país, lamentablemente, no creen en la democracia y pueden hacer cualquier cosa para no abandonar el sillón", advierte a EFE la presidenta de la rama del social demócrata CHP en Estambul, Canan Kaftancioglu.

"Pero hagan lo que hagan, nosotros haremos lo necesario para cumplir con el proceso electoral, sin apartarnos de la democracia", asegura, mostrándose confiada en que los resultados de las urnas reflejarán la voluntad de los votantes.

Descarta así la posibilidad de una manipulación del recuento de votos para evitar una derrota del actual presidente, Recep Tayyip Erdogan, que afronta, tras 20 años en el poder, la posibilidad de una derrota.

Es posible que quieran intentarlo, apunta, pero la red de delegados de mesa y observadores desplegados por el CHP y sus aliados es tan grande que no quedará ninguna urna sin vigilancia, asegura.

También Oguz Kaan Salihi, vicepresidente del mismo partido, insiste en la capacidad de la oposición de garantizar un recuento de papeletas impecable.

"Hay 192,000 urnas en 50,000 locales electorales en todo el país; nosotros movilizaremos a 200,000 delegados de mesa y otros 100,000 sustitutos, además de los abogados que esta noche estarán disponibles de forma voluntaria; en total puede haber medio millón de personas movilizadas", asegura Kaan.

A esto se añade un ejército de observadores sin afiliación partidista de varias grandes asociaciones cívicas turcas, entre ellas Oy ve Ötesi, que funciona desde 2014, tiene un alto grado de organización y entrenamiento y cuenta con desplegar a unos 100,000 voluntarios.

Los apoderados del CHP en la mesa fotografiarán con el móvil cada acta electoral después de firmarla, y enviarán los resultados a un responsable provincial que los encaminará a la sede central, de manera que el partido puede hacer un recuento exacto de todos los votos del país, abunda Kaan.

Kaftancioglu también descarta el temor de ciertos sectores de la sociedad a que el Gobierno incite a choques violentos en la calle para proclamar el estado de excepción antes de terminar un recuento que se revele como una derrota.

"Nosotros confiamos en la sangre fría del pueblo turco. Puede que el Gobierno intente provocar enfrentamientos, pero, aparte de unos pocos paramilitares que pueda lanzar a la calle, la ciudadanía no tomará parte en peleas", insiste.

"Con certeza ganaremos en la primera vuelta", vaticina la política, que ya coordinó la exitosa campaña de Ekrem Imamoglu, el actual alcalde de Estambul que en las elecciones locales de 2019 puso fin a 25 años de gobiernos islamistas en la ciudad.