La otra oposición

Si esa es su estrategia, le ha salido bien. En política apenas se habla de otro partido. El PLD es el Gobierno y la oposición. Todo gira a su es y su no es, a sus bandos internos, a sus inquinas personales. O conmigo o contra mí en versión morada. El Estado soy yo multiplicado por dos. Nadie se opone con más rabia a que se modifique la Constitución que el bando leonelista y nadie maneja mejor el silencio que quien tiene la última palabra.

Desdibujada, la oposición es el actor secundario, el figurante, los extras indispensables para dar forma y peso a la obra. En este caso, unas elecciones que para ser democráticas necesitan varios participantes.

La oposición debe aclarar su estrategia, reunir sus fuerzas, hablar más veces, más duro. El votante debe sentir que tiene opción. Por el momento solo se discute si pasará Leonel la barrera interna o si el último gesto de Danilo es la demostración de que va o de que no.

¿Realmente es así? ¿Realmente todo está en manos de un solo partido?

Se discute por qué en tantos países considerados desarrollados triunfan los populismos. Quizá la democracia como la conocemos esté acabando un ciclo de maduración y necesite un ajuste, un replanteamiento.

Hay quien sufre todavía con la victoria de Donald Trump y el que no entiende cómo ha podido ganar Pedro Sánchez. El ciclo del socialismo en América Latina se cerró y el de gobernantes conservadores no termina de asentarse. Putin sigue entusiasmando a los que adoran a “los hombres fuertes”. En un entorno global convulso, la pelea doméstica no parece complicada. Pero lo es.

Inés Aizpún es una periodista dominicana y española. Actualmente es la directora de Diario Libre. Ha recibido el premio Caonabo de Oro, el Premio de la Fundación Corripio de Comunicación por su trayectoria, y el premio Teobaldo de la Asociación de Periodistas de Navarra.