La Policía le está ganando al insolente

Las redes se están volviendo contra sí mismas y ahora antes que la gente, la ley, el orden. Los vídeos no dejan dudas del comportamiento del ciudadano cuando lo detienen fuera de hora.

Todos tienen una explicación, una justificación para estar en la calle y aunque dicen venir de la farmacia, la patrulla siempre encuentra bebidas. Muchos han caído presos por una botella por la mitad que ni siquiera se hizo intento de esconder. La costumbre del chance los pierde.

El “déjeme hacer una llamada” tampoco es salida, pues en la transición el enllave no funciona. ¿Qué comando se va a dejar poner en ridículo por funcionarios que se van?

No se puede meter mano por nadie, pero en las imágenes y los diálogos se ve a la decencia de la autoridad ganando la partida a la insolencia del transeúnte en falta.

Los oficiales y los agentes comen de todo, menos cuento y con todo y el desahogo ocasional de los que tienen el insulto a flor de labio, pasan su noche en el destacamento.

Cosa extraña, pero comprobada: los derechos humanos están a favor de la lucha contra el coronavirus y entran en pausa con el toque de queda.

El “súbanlo” es lo que se impone.