Corrupción

Las investigaciones que se siguen en la OISOE están dando lugar a declaraciones de diferentes sectores de la sociedad. Bien haría el gobierno en escuchar, porque son el eco de un malestar viejo y profundo.

La clase política dominicana tiene una vieja deuda con la sociedad. Han pasado los tres grandes partidos por el poder y ninguno ha enfrentado con sinceridad y valentía el cáncer que ha detenido el desarrollo del país en un punto difícil de desatascar.

Los negocios ilícitos se han heredado y traspasado con los cambios de gobierno, a veces en afable camaradería, y una estructura pensada y articulada para desviar fondos públicos bolsillo particulares se ha enquistado en el tren público, enviciando la economía, la institucionalidad y las relaciones sociales.

Los ecos que ahora se escuchan por el caso recién destapado son cíclicos, suenan igual en cada escándalo, solo que con un poso de indignación y saturación que el tiempo no calma.

Algún día tendrá que ser.