El dengue
El dengue no debiera ser un tema político, es decir, ningún ministro de Salud debiera sentirse amenazado porque aumenten las cifras del dengue. Lo que tiene que hacer es combatirlo.
Del mismo modo, el dengue no puede ser un tema para revivir sindicalistas, que lo utilizan para alcanzar posiciones en el sindicato médico creando un falso conflicto donde no lo hay.
El dengue es una realidad en las regiones tropicales, que tienen sus estaciones y sus protocolos para combatirlo. Es una enfermedad que puede engañar a médicos poco avisados porque sus síntomas iniciales son similares a los de otras afecciones. De ahí la necesidad de seguir protocolos más estrictos para no enviar a sus casas a pacientes que cuando regresen a los hospitales sean, prácticamente, casos perdidos.
El Ministerio de Salud, el sistema hospitalario y los propios médicos son los llamados a enfrentar al dengue, e ilustrar a la población sobre los síntomas y el cuidado a tomar para evitar muertes. No es con enfrentamientos como se sirve al país y a la profesión.
La campaña contra el dengue es indispensable y un compromiso de todos.
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