León XIV: serenidad y firmeza

Un papado sereno que incomoda al poder y a los nacionalismos religiosos

León XIV hereda el espíritu social de Francisco sin gestos grandilocuentes. (Fuente externa)

Cuando murió el papa Francisco, mucho se habló sobre la tensión al interior del Colegio Cardenalicio entre quienes abogaban por un sustituto que continuara, en estilo y sustancia, la labor del papa argentino y quienes propiciaban la elección de un papa que restaurara la tradición y dejara atrás un papado que introdujo cambios en el quehacer de la Iglesia católica con un discurso que hacía énfasis en la apertura, el diálogo y la consulta desde abajo hacia arriba en lugar de las imposiciones desde la cúspide del poder eclesial como fue notable en el papado de Juan Pablo II. Con el papa Francisco se reforzó, pues, la cultura y la práctica de lo que en el lenguaje eclesiástico se denomina la sinodalidad, que significa “caminar juntos”, dar participación, incluir, escuchar y dialogar para discernir, en un ejercicio colectivo, la voluntad de Dios. En realidad, no fue mucho lo que doctrinalmente cambió Francisco, pero fue notable el cambio de estilo, de tono y de liderazgo a partir de una idea fundamental: la dignidad y la igualdad de todas las personas por la condición compartida de que todos somos hijos de Dios.

La elección del cardenal Robert Francis Prevost como papa fue, en gran medida, una sorpresa. Nunca se había elegido un papa estadounidense, lo que hizo que muchos de los llamados vaticanistas y el mundo católico en general pensaran que él no era una opción real, pues no parecía que estaban dadas las condiciones para romper con ese tabú. Unos querían que el nuevo papa perteneciera al ala más conservadora de la Iglesia, mientras que otros lo preferían del ala más liberal, como si se tratase de buscar un continuador de Benedicto XVI o un continuador de Francisco. El cardenal Prevost no se ajustaba a ninguno de estos dos modelos: ni era un teólogo conservador ni tampoco se asociaba a corrientes doctrinales más liberales como la teología de la liberación, a pesar de haber vivido un buen número de años en Perú, uno de los países donde más incidencia tuvo esta doctrina por el impacto que produjo en el pensamiento católico latinoamericano el teólogo peruano Gustavo Gutiérrez.

Contrario a la mayor parte de los pronósticos hecho por los comentaristas en cuestiones de la Iglesia católica, el cardenal Prevost, oriundo de Chicago y con doble nacionalidad (estadounidense y peruana), fue electo papa. Al escoger como nombre León XIV en honor al papa León XIII mostró lo que llevaba en su mente y en su corazón. El papa León XIII fue el autor de la encíclica Rerum Novarum, publicada el 5 de mayo de 1891, la cual versa sobre la situación de las clases trabajadoras en el contexto de la revolución industrial y sus reclamos de derechos económicos y sociales. Esta encíclica sentó las bases de la llamada doctrina social de la Iglesia, la cual se consolidó con las encíclicas La reconstrucción del orden social del papa Pío XI publicada en 1931, Madre y Maestra y Paz en la Tierra, ambas del papa Juan XXIII, publicadas en 1961 y 1963, respectivamente, así como El desarrollo de los pueblos del papa Pablo VI publicada en 1967.

Ha pasado poco tiempo desde la elección del papa León XIV el 8 de mayo de 2025 para saber qué definirá su papado en términos doctrinales y de liderazgo eclesial. No obstante, este tiempo ha sido más que suficiente para identificar ciertos rasgos de su personalidad, su pensamiento y su estilo de gestión. Es un papa a quien no le gustan los gestos grandilocuentes ni los giros verbales enredados, sino que habla con un estilo directo y sencillo, sin decir más de la cuenta, pero tampoco menos de lo que tiene que decir. Cada vez que habla, tanto en ambientes formales como informales, muestra una serenidad admirable que parece estar arraigada en sus fuertes convicciones y su paz interior. 

En lo doctrinal, el papa León XIV dio una primera muestra de continuar con la línea de pensamiento del papa Francisco al publicar la exhortación apostólica Dilexi Te, Sobre el amor hacia los pobres, que había empezado a trabajar Francisco como continuación de su otra exhortación apostólica llamada Dilexit Nos, Sobre el amor divino y humano del Corazón de Cristo. En Dilexi Te, el papa León XIV hace una reflexión sobre las condiciones económicas y sociales de la pobreza, así como sobre el papel de la Iglesia ante ese drama humano. Es un texto que identifica hitos en las sagradas escrituras, tanto en el Viejo Testamento como en el Nuevo Testamento, que arrojan luz para abordar la cuestión de la pobreza desde una perspectiva cristiana.

Al hablar con la prensa o en contextos informales, el papa León XIV ha mostrado firmeza de carácter. Cuando reclama un trato digno para los inmigrantes lo hace sin miedo a perder popularidad entre quienes, aun dentro de la Iglesia católica, estigmatizan y demonizan a esta categoría de personas. Tampoco tiene miedo a hablar la verdad al poder ni a tomar decisiones que pueden disgustar, como ha ocurrido con los cambios que ha producido recientemente en la Iglesia de Estados Unidos. Sus palabras y sus acciones seguro incomodarán a una parte de la Iglesia católica en Estados Unidos, así como en otros lugares del mundo, incluyendo el nuestro, que ha asumido la agenda del nacionalismo cristiano de los evangélicos blancos que centra su teología política en la pureza racial, la superioridad moral y doctrinal, la exclusión de ciertas categorías de personas, la fusión entre religión y política y la negación de la diversidad y el pluralismo.

En su homilía la víspera del día de Navidad, el papa León XIV, al reflexionar sobre Jesús, incluyó un pasaje que dice: “… Dios se hace semejante a nosotros, revelando la dignidad infinita de cada persona. Mientras el hombre quiere convertirse en Dios para dominar al prójimo, Dios quiere convertirse en hombre para liberarnos de toda esclavitud”. Contraste o paradoja, esta frase, a la vez, cuestiona e inspira; denuncia e ilumina; reprocha y revela. Dice mucho sobre la manera de pensar del papa León XIV, quien, con su tono suave y sin estridencias, su profundidad teológica y su sabiduría práctica, se hará sentir con un mensaje que seguro molestará a muchos, pero que también llegará e inspirará a muchos más.

Abogado y profesor de Derecho Constitucional de la PUCMM. Es egresado de la Escuela de Derecho de esta universidad, con una maestría de la Universidad de Essex, Inglaterra, y un doctorado de la Universidad de Virginia, Estados Unidos. Socio gerente FDE Legal.