“Las golondrinas de Kabul” se convierten en un poema cinematográfico visual

Las directora tomaron la novela como base de esta película animada

Zabou Breitman y Elea Gobbe-Mevellec. (EFE/ Julien Warnand)

“Las golondrinas de Kabul” nacieron en 2002 como una novela de Yasmina Khadra sobre el destino de dos parejas bajo el dominio talibán y 17 años más tarde llegan a la gran pantalla con una película que aprovecha la fuerza de la animación para revivir esa historia.

“Les hirondelles de Kaboul”, su título en francés, es la adaptación que la directoras francesas Zabou Breitman y Eléa Gobbé-Mévellec han hecho de ese relato, proyectado en la sección Una Cierta Mirada del Festival de Cannes.

Sus protagonistas son dos parejas, una joven y moderna y otra mayor y tradicional, en el Kabul de 1998, con la capital afgana tomada por el fundamentalismo talibán. Ambas se acaban resistiendo al régimen y ninguna consigue sobrevivir.

“Tuvimos absoluta libertad para adaptarlo. Khadra estuvo de acuerdo en ser un poco traicionado”, explicó Breitman a un reducido grupo de medios internacionales, incluido Efe.

Khadra es el pseudónimo femenino bajo el que se esconde el excomandante del ejército argelino Mohamed Moulessehoul, que hasta 2001 no reveló su verdadera identidad.

Y aunque las dos directoras han añadido algún personaje y recortado la trama principal, su traducción en imágenes no pierde fuerza a la hora de mostrar la sinrazón de la violencia y su impacto en la población.

Breitman y Gobbé-Mévellec tomaron la novela como base y se documentaron también con fotografías, reportajes, documentales y vídeos publicados en Youtube.

Actores de carne y hueso, los mismos que pusieron voces a los personajes, interpretaron primero la historia, y sus movimientos y gestos fueron copiados para dar a los protagonistas de la cinta mayor veracidad.

La animación, según Breitman, permite que el espectador se apropie mejor de la historia. Una animación en tonos ocres, realizada en acuarela y fruto de un largo proceso en el que hacían dos segundos al día.

“No es una película política porque hable de política. Es política porque todo es político, incluida la dirección de un plano”, añadió la codirectora, al frente también de los largometrajes como “No et moi” (2009) o “L’homme de sa vie” (2006).

Khadra, asegura, está contento con el resultado final, en el que tras dar el visto bueno inicial al proyecto luego ya no se inmiscuyó. La novela que les sirvió de punto de partida fue la primera de una trilogía sobre terrorismo integrada también por “El atentado” y “Las sirenas de Bagdad”. EFE

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