Cuando la chercha eclipsa al pesebre
El niño lo que más necesita y valora es nuestro tiempo y acompañamiento, vivir experiencias con sus padres o tutores
¿Qué es cultura? Para mí, cultura es todo lo que la gente hace, su culinaria, su vestir, sus creencias, bailes y tradiciones.
Entonces, es una contradicción pretender desde un púlpito que los dominicanos celebremos sin una pequeña bien fría, sin acordeón, güira y tambora, sin merengue y sin bachata. Es nuestra cultura y así seguiremos celebrando.
Pero cuando en Navidad, en la conmemoración del nacimiento de Jesús, a todos los niveles se promueve el alcohol, la chercha y el escándalo como manifestaciones de celebración cristiana, se eclipsa al pesebre y también el mensaje explícito cuando el padre predeterminó que su hijo naciera en ese lugar.
Lo esencial de la navidad es entender que celebramos el nacimiento de Jesucristo. Un acontecimiento que trajo al mundo esperanza, amor y salvación. Que cada pueblo debe celebrarlo en libertad y con propósito, preservando su cultura sin olvidar cuál es la esencia de la celebración.
A los padres, padrinos, tíos y abuelos, personas que de verdad quieren a sus hijos, ahijados, sobrinos y nietos, recuerden que para esta ocasión el niño(a) espera un regalo y deberíamos hacer el esfuerzo para entregarle algo que sea de su agrado el 25 de diciembre o el 6 de enero según nuestras costumbres y posibilidades.
Y que si nos vamos al otro extremo, y lo abrumamos con tantos obsequios, el niño puede no entenderlo y decida quedarse en un rincón de la casa jugando con el objeto más insignificante.
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El mejor regalo
Que el mejor regalo que nuestros hijos deberían recibir en Navidad, día de Reyes y todos los días no viene envuelto en papel. Porque el niño lo que más necesita y valora es nuestro tiempo y acompañamiento, vivir experiencias con sus padres o tutores.
Experiencias que recordará por toda la vida y que lo harán una persona feliz.
El niño(a) necesita compartir con sus padres si no se puede el desayuno o el almuerzo, al menos la cena, para hablar de lo que nos pasó en el día o de lo que se nos ocurra antes de ir a la cama.
Necesita de nuestra compañía para elevar al cielo una chichigua, caminar juntos o comer un helado.
Acompañarlo a la entrega de notas y reuniones del colegio y la escuela, y así, el niño (a) podrá entender que tiene unos derechos y muchos deberes que cumplir. Ese es el mejor regalo y solo cuesta un poco de nuestro tiempo.