Lusitania Martínez: “Siento placer por decir la verdad directamente guste o no guste”

Se le dedicó la VII Feria del Libro de Historia Dominicana, junto a sus colegas Mu Kien Sang Ben y Carmen Durán

Lusitania Martínez, filósofa e investigadora. (fuente externa)

Recientemente Lusitania Martínez fue reconocida por su trayectoria en el mundo intelectual, en la pasada VII Feria del Libro de Historia Dominicana, acontecimiento que sin dudas ha valorado por proceder del prestigioso Archivo General de la Nación, pero que también, dice, la ha confundido, ya que ha estado de espaldas a los homenajes.

No obstante, se ha ganado discretamente su trascendencia en el ambiente académico y en los campos de la investigación de las ciencias sociales y de la filosofía, en los que se cuentan pocas mujeres que hayan conseguido acreditarse.

Aunque no suele figurar en los escaparates mediáticos, afortunadamente Martínez accedió a compartir sus visiones sobre diversos temas para los lectores de Diario Libre, quienes podrán conocerla más.

¿Cómo recibió el homenaje que le acaba de rendir la Feria del Libro de Historia Dominicana?

He recibido este gran homenaje un poco extrañada y confundida conmigo misma, pues siempre he trabajado para darle sentido a mi vida, de espaldas a los reconocimientos. Agradar a mis familiares cercanos, mis padres y mis hijos ha sido el motor impulsor de mi existencia, y las únicas razones para aportar algo a mi país y en consecuencia a mi pueblo querido, San Cristóbal, lugar primero donde mi entusiasmo por el conocimiento se fraguó, desde muy temprano animada por una madre y un padre que eran muy pobres y a los que sentía debía agradecerles mi crecimiento con mi trabajo intelectual.

Encuentro que pese a todo el trabajo realizado desde que soy pequeñita, no soy ni muy frecuentemente premiable ni expresamente, para nada, “candidateable”. Sospecho de todos los concursos, no me gustan las competencias, siento placer por decir la verdad directamente guste o no guste y esa costumbre me impide ser medallita de oro para todo el mundo.

¿Faltan muchas batallas para lograr el camino de la igualdad?

Llevamos desde el siglo XVII batallando para que no se promueva, defina o reconozca a la mujer desde su diferencia sexual, o lo que es lo mismo desde su biología. El mundo ha cambiado gracias al feminismo de la igualdad democráticamente abierto a todas las diferencias. Tenemos casi cuatro siglos tratando de que se disminuya la relación de poder establecida entre hombres y mujeres y sin embargo en el planeta existen aun muchos países donde las mujeres no disfrutan de las libertades más elementales. Faltan según los cálculos de especialistas feministas, unos cuatro siglos más para cumplir con una agenda principal de reconocimiento, casi siempre saturada de otras demandas sobrevenidas, algunas importantes otras no tanto.

¿Se puede hablar de la existencia de una filosofía dominicana? Y si es así, ¿cuál sería su corpus?

Nuestro amigo el recientemente fallecido prestigioso filósofo Luis Brea Franco era de los que opinaba que no existía una filosofía dominicana, pues no tenemos una comunidad de problemas, métodos, y ni siquiera un lenguaje filosófico en común. La mayoría de nuestros filósofos opinan de ese modo.

Yo creo que existe un pensamiento filosófico social en República Dominicana, desde que hizo aparición la cosmovisión taína, aun no suficientemente estudiada, hasta hoy. En el decurso, las problemáticas presentadas por cada pensador/a en cada época, de corte occidental y/o nacional, sociales o referentes a las grandes preguntas del filosofar puro, es parte de nuestro acontecer nacional que lleva inscrita nuestra identidad. La filosofía realizada en nuestro país, su status, su cuerpo, sus características y estructuras es un trabajo para construirse que ya los propios filósofos y filósofas están realizando con sus aportes diferentes y que solo faltaría organizar y aplicar el recurso de la hermenéutica y la critica acorde con la ideología del interpretante.

Con tanto “ruido” incrementado en la era digital, ¿qué hay que hacer para realmente pensar con lucidez y provecho?

Aislarse, definitivamente y entrar al fb (Facebook) y otras redes sociales para trabajar, entendiendo por trabajo pensar y escribir algo que parezca importante a la labor, en mi caso, feminista o de filósofa.

¿Qué la conquistó del pensamiento de la filósofa francesa Simone de Beauvoir?

Independientemente de su gran saber, su vida plena e intensa y su relación verdaderamente de igualdad con Sartre. Muy jóvenes, ellos acordaron un pacto para tener relaciones amorosas contingentes, donde la única relación necesaria e inquebrantable sería la de ellos; y lo cumplieron hasta la muerte de Sartre, cinco años antes que la de Simone. Su unión es llamada “morganática” que creo alude a una relación sin herederos ni asegurada por papeles.

¿Sigue siendo marxista y existencialista?

Por supuesto, los temas y problemas de la realidad característicos de esa filosofía, en los que no puedo ni debo entrar pues rompería con la extensión que me fijaste, siguen siendo válidos y las respuestas de Simone y Sartre, atinadísimos inclusive si miramos a problemas agregados por la postmodernidad tales como los referidos a las múltiples diferencias e identidades y los de la postverdad y los relativismos epistemológicos y culturales.

¿Cómo separa la paja del trigo en la era de la posverdad?

Se podrá ver como esquematismo, pero frente a las incertidumbres y dudas ofrecidas por falacias o sofismas, trato de ser coherente y pensarlas rápidamente a la luz de las tensiones ofrecidas entre el pensamiento pro moderno y postmoderno, porque estoy adscrita a la modernidad. Es muy pero muy largo argumentarte las razones de por qué soy pro moderna, pero, como ocurre en todo, no ha sido por azar (creo en la sociología y sicología del conocimiento, pensamos de acuerdo con nuestra historia). E inmediatamente me enfrento a una supuesta antinomia, apelo a ese debate buscando elegir la respuesta con juicio crítico, porque siguiendo a E. Kant la razón misma se autocrítica.

¿Es posible que existiera el feminismo en la era de Trujillo?

Mira, Emilia, el AGN publicará la versión que ofrezco sobre ese movimiento en el cual se convirtió el sufragismo dominicano a raíz de la muerte de Abigail Mejía y durante la dictadura de Trujillo.

El feminismo entonces era trujillista, luego no es feminismo porque el feminismo es un aliado a la democracia. Atendiendo a la explicación de varios elementos concatenados entre sí, yo percibo que mi interpretación cobra fuerza frente a la versión que considera que fue posible un feminismo dominicano en una sociedad tiránica. Sin embargo, recomiendo leer los documentos y que aparezcan apoyos a las conocidas versiones o nuevas de ellas, que para eso es la historia y el conocimiento.

¿Hacia dónde enfoca tu carrera en estos momentos?

Hacia mi próximo trabajo. He leído demasiado sobre Sartre y Simone, y ya la etapa última en que mi vida transcurre me pide a gritos que hable sobre ellos; pero como los conozco (no digo mucho, ni bien) casi desde una muchachita, quiero articular ese conocimiento a mi vida, para de paso cumplir con mis memorias y gritar, no decir, lo que siempre he querido gritar de una vida, la mía, que encuentro muy peculiar, a juzgar por la experiencia vivida, gozada, sufrida y pensada.