La transformación tributaria del ex bloque soviético
República Dominicana se queda atrás, la tasa corporativa frena la inversión global
En las últimas décadas, numerosos países han incorporado la competencia tributaria como parte de sus estrategias para atraer inversión y dinamizar su economía. La experiencia del antiguo bloque soviético es especialmente útil: tras la caída del sistema de planificación, estas economías impulsaron reformas profundas orientadas a reconstruir instituciones de mercado y crear condiciones más favorables para producir, emprender e innovar.
Un aspecto clave de esa transición fue la reducción sostenida de la tasa del impuesto sobre la renta a las empresas. A inicios de los años noventa, la región aplicaba tasas cercanas al 50 %. Sin embargo, conforme avanzaba el proceso de apertura, estas economías adoptaron esquemas más competitivos. Hacia mediados de los años 2000, el promedio ya se situaba por debajo de 25 %, y hoy ronda el 16 %. Países que partieron de instituciones debilitadas —como Georgia, Estonia, Hungría o Bulgaria— lograron consolidar marcos tributarios orientados a la inversión y la formación de capital.
República Dominicana siguió inicialmente una trayectoria similar, reduciendo su tasa corporativa durante los años noventa. No obstante, esa tendencia se detuvo, mientras otros países continuaron adaptándose a un entorno global dinámico. Actualmente, la tasa corporativa dominicana es de 27 %, por encima de la aplicada por cerca de dos tercios de las jurisdicciones del mundo.
La evidencia internacional sugiere que los países que fortalecen sus instituciones económicas, simplifican su marco regulatorio y promueven esquemas tributarios competitivos suelen expandir su capacidad productiva. Para República Dominicana, retomar esta agenda es una oportunidad para atraer más inversión, fomentar la innovación y generar un entorno favorable para el emprendimiento y el crecimiento de largo plazo.
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Una colaboración del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (Crees).