Higiene femenina: el cuidado más íntimo

Unas sencillas medidas de precaución y conocer bien lo que ”debes y no debes hacer” ayudan a mantener la zona genital libre de molestias e infecciones, y a que goce de una buena salud

Utiliza ropa interior de algodón para evitar irritación. (Shutterstock)

¿Conoces exactamente cómo son, para que sirven y qué particularidades tienen tus genitales? ¿Has consultado con tu médico o ginecólogo todas tus dudas respecto a una zona tan importante para tu salud como para tu sexualidad?

A veces el desconocimiento de la propia mujer sobre sus zonas más íntimas y la aceptación de ciertos mitos o creencias erróneas que les confieren un aire misterioso, oculto e incluso negativo, pueden conducir a que la higiene femenina no se realice de forma correcta, exponiéndose a riesgos y molestias innecesarios.

Lo mejor es prevenir

Mantener una correcta limpieza del área externa de la vagina no es sólo una cuestión de comodidad e higiene sino también de prevención, porque puede convertirse en el caldo de cultivo para contraer infecciones muy molestas.

El sudor, la humedad del bañador, las piscinas públicas, los pantalones muy ajustados o la poca ventilación de la zona genital, son algunos de los factores que más favorecen las infecciones vaginales, y que por lo tanto hay evitar.

Cuando una mujer se expone en exceso o permanentemente a estos “factores de riesgo”, resultan insuficientes para protegerla los mecanismos naturales de auto-depuración; es decir, el flujo que ayuda a higienizar las paredes vaginales.

Por eso, es fundamental no sólo mantener el adecuado equilibrio ácido-alcalino de esta secreción natural que ayuda mantener la zona libre de infecciones, sino también seguir una serie de consejos de higiene diarios o para situaciones especiales.

• Realiza un lavado por la mañana y vuelve a repetirlo por la noche, antes de irte a la cama. Un poco de agua y un jabón adecuado, son suficientes para la higiene cotidiana. No utilices geles corporales para la zona genital.

• Elige un producto para tu higiene íntima que no resulte químicamente agresivo para tu mucosa vaginal, ya que puede cambiar el pH (equilibrio entre acidez y alcalinidad de tu flora bacteriana vaginal) Tu ginecólogo o farmacéutico pueden asesorarte sobre esta cuestión.

• El cuidado externo de la zona genital debe ser muy riguroso, ya está en contacto permanente con el flujo vaginal, la orina, la menstruación y la transpiración, y cuando no se halla bien ventilada, se convierte en un foco de infecciones.

• Utiliza ropa interior de algodón, ya que el nailon y otras fibras sintéticas pueden causar irritación y aumentar la sudoración.

• Cuidado con las esponjas: debido a la humedad que acumulan pueden ser el caldo de cultivo de gérmenes, que puedes contagiarte al ponerla en contacto con tu zona genital durante el baño.

• Antes y después de cada relación y después de ir al baño, higienízate, limpiándote siempre de adelante hacia atrás, para evitar que los residuos fecales entren en contacto con tu vagina. No te sientes nunca en los váteres públicos.

• Recuerda que los sprays íntimos son exclusivamente para las zonas externas y nunca debes aplicarte un desodorante convencional, en ese área.

• Los antibióticos, sobre todo los tratamientos de larga duración, pueden destruir la flora vaginal y la protección que brinda, facilitando el paso de gérmenes y hongos. Habla con tu médico para que te indique qué hacer en esos casos.

• Evita el uso de compresas protectoras o tampones para la regla durante más tiempo de recomendado por el fabricante y cámbiatelos cada 4-6 horas como máximo.

• Suprime o reduce las duchas vaginales, a menos que te las haya prescrito el médico, ya que la fuerza del chorro de agua puede acabar con las sustancias naturales que protegen tu mucosa vaginal, haciéndola más vulnerable.

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