Decisión correcta
La selección de una nueva fecha, el 15 de marzo, para la celebración de las elecciones municipales, es una acertada decisión de la Junta Central Electoral pues devuelve la pelota a la cancha, en vez de que continuara en la palestra.
Al suspender las elecciones, la Junta Central Electoral actuó frente a un hecho que afectaba el resultado legítimo de los comicios. La decisión tomada por la Junta no está claramente definida en las leyes, pero se estaba “frente a la fuerza irresistible de las circunstancias”. La solución, por tanto, no era legal sino política y la nueva convocatoria vuelve las aguas al cauce deseado.
Por supuesto, saldrá más costoso, los partidos tendrán que seguir motivando a sus parciales por otro mes y aparecerán numerosos cuestionamientos en los tribunales. La realidad es que las elecciones forman parte de un calendario constitucional que debe respetarse. No hay otra salida.
Además, pedir la dimisión de la actual Junta es un disparo fallido, porque escoger una nueva dentro del poco espacio de tiempo disponible sería crear otra crisis dentro de la crisis. Dejen eso.
Mafias en servicio eléctrico: “Cuando los soborna un cliente... el cable aparece”
Sindicatos plantean se fije pago de cesantía al empleado doméstico en el Código de Trabajo
La pobreza tiene protagonistas en cada región del país
Abel Martínez aglutina fuerzas en Santiago tras revés con su jefe de campaña
Deportes activa las alarmas para evitar la sanción de la WADA