Carnaval dominicano: Universo de expresiones folclóricas y de fantasía sacadas de las entrañas del pueblo

Durante todo el mes de febrero de cada año, miles de comparsas son armadas en todo el territorio nacional

Diablo cojuelo de Santiago. (Fuente Externa)

El carnaval es una expresión europea, por lo que los nativos de la isla Hispaniola no conocieron ese tipo de manifestación social y cultural, que no era más que una expresión crítica hacia el clero católico y la nobleza. Eran tres días de festividades previo al inicio de la Cuaresma.

Así lo explica el sociólogo y cientista social Dagoberto Tejeda, quien manifiesta que carnaval significa hacer todo lo que pueda hacerse, es la fiesta de la carne, por eso se le denomina la fiesta de la carnestolendas.

Es una expresión verdaderamente popular que concita la integración de los dominicanos en todos y cada uno de los pueblos, por lo que la nación exhibe cientos de comparsas que identifican con sus trajes y caretas a sectores de Santo Domingo y a las diversas provincias y sus comunidades.

Califé

Lechones de Santiago

Los lechones son exclusivos de Santiago. Son equiparables a los que en otros lugares del país llaman diablos cojuelos, personajes de gran colorido y que portan máscaras monstruosas. En Santiago las caretas que usan tienen una forma muy característica que está en el origen de su nombre. Un lechón es, claro, un cerdo o un cochinillo, y parece ser que al principio tenían un cierto parecido con este animal. El paso del tiempo ha hecho que el hocico se haya estilizado tanto que ahora ya recuerde más al pico de un pato.

Diablos de La Vega

El diablo cojuelo es el personaje principal del carnaval de La Vega, dicho sea de paso, el más mercadeado del país y, por lo tanto, el más visitado por nacionales y extranjeros durante todos los domingos del mes de febrero.

De ese personaje hay un registro de más de 200 modelos de caretas, fruto de la inventiva de los carnavaleros que representan casi la totalidad de municipios, distritos municipales y secciones de esa provincia cibaeña.

Tal es la diversidad del diablo cojuelo en esa localidad, que el pasado año fue aperturado el Museo del Carnaval Vegano, con varias salas en donde se exhiben las diversas manifestaciones del diablo cojuelo.

Los Platanuses de Cotuí

Los Platanuses son personajes del carnaval creados por los esclavos africanos traídos a Cotuí a trabajar en las minas. Una creación rebelde.

Su líder es el maestro Jesús María, patrimonio viviente del carnaval de Cotuí. Constructor de sus máscaras y trajes, Jesús María se disfraza desde los años 50's; además, ha formado a cientos de jóvenes. Sus disfraces son elaborados con hojas secas de plátano y máscaras hechas de higüeros.

Taimácaros de Puerto Plata

Es otra especie de diablos cojuelos que sale a la luz pública en enero de 1991, con una propuesta reducida pero entusiasta, de un grupo de jóvenes de la comunidad de Puerto Plata conmovidos en su espíritu por la destrucción moral que arrasaba con los que han sido sus amigos y compañeros.

El nombre de Taimácaros es una composición de las palabras Taino (nombre de la raza de los principales pobladores de la isla en la época de la colonización) y Mascaro (se refiere a los personajes cuyo disfraz incluye una máscara colocada en la cara). De esta manera aportan no sólo un nuevo nombre al carnaval, sino que también un motivo auténtico para disfrazarse.

Las Cachúas de Cabral

Los diablos cojuelos son denominados Cachúas, y usan máscaras y disfraces totalmente disimiles a los del resto del país, utilizan fuetes para hacerlos tronar y para golpear al público. Este carnaval se celebra durante la Semana Santa y termina con una ceremonia en el cementerio, encima de las tumbas de las cachúas fallecidas.

Las cachúas son la principal manifestación cultural del pueblo de Cabral, son los “diablos danzantes” que invaden al pueblo los tres días siguientes al Viernes Santo, cuya influencia arropa a casi toda la región, traspasando fronteras nacionales e internacionales, es una de las fiestas populares que más intacta mantiene sus costumbres, como una continuidad imperecedera del patrimonio cultural de la comunidad cabraleña.

Los Macaraos de Bonao

El carnaval de Bonao es rico, de impresionante colorido, lleno de creatividad. Su personaje central es el Macarao, lleno de colores, espejos, cascabeles, música, vida y personalidad. Se caracteriza porque el disfraz es confeccionado con tela de satén, lamé y lentejuelas, con accesorios como cascabeles, citas, serpentinas y silbatos. El carnaval de Bonao se comenzó a celebrar a inicio de los años 1930 y se puede disfrutar desde el último domingo de enero hasta el segundo domingo de marzo en el parque Duarte.

Los Tiznaos de la Capital

Irrumpen en 2007 y se les conoce también como Africanos o Waikikis. Por su gracia y originalidad, han sido premiados en el Desfile Nacional de Carnaval. ?

Los Tiznaos pintan su cuerpo con aceite de motor quemado. Como accesorios usan huesos y cabezas de vaca y una falda hecha con pencas de coco. Descalzos, bailan en la calle, con un palo en la mano que simula una lanza.

Los Brujos de San Juan de la Maguana

El brujo, figura mágico-religiosa a la que atribuyen poderes sobrenaturales, lo relacionan muchos dominicanos con la provincia San Juan.

Para las fiestas de Carnaval, un grupo de activistas culturales idearon una comparsa que utiliza todos los elementos populares de los brujos: pañuelo en la cabeza, tabaco, figuras religiosas, atabales, altar y la cruz.

Pintan su cuerpo de color negro para resaltar la presencia africana en el territorio. Los Brujos de San Juan han sido reconocidos en varias ocasiones por su trabajo creativo y teatral.

Profesional del periodismo egresada de la UASD. Cuenta, además, con un Postgrado en Relaciones Públicas, de la UCSD; y una maestría en Mercadeo, de la PUCMM.