Oblivion: demasiado cerca del total olvido

Tom Cruise encarna a un técnico en drones en un tiempo futuro, después de un desastre nuclear...

SD. Los "drones", vehículos aéreos teledirigidos, últimamente han estado en el centro de la polémica en los EE.UU. Para algunos, son eficaces máquinas que disminuyen riesgos humanos; para otros, son malévolos artefactos que permiten asesinar a distancia sin mayor discriminación.

En el cine de ciencia ficción, el de espionaje y el bélico, se vienen utilizando desde hace ya tiempo; nos recuerdan al uso de águilas y halcones de la cetrería, en aquellas películas de capa y espada. Máquinas o engendros, lo cierto es que, tanto en el cine como en la vida real, detrás hay seres humanos que los manipulan. Para esta película, Tom Cruise es técnico en "drones" de una época futura y posterior a un desastre nuclear; también detrás de este personaje hay una entidad que maneja los hilos.

Nadie sabe para quien trabaja

Jack y Victoria son un equipo que da mantenimiento a un ejército que protege un sistema de extracción de agua del planeta Tierra. Viven como pareja y han sido entrenados como equipo para su misión y también han borrado sus recuerdos. Pero Jack tiene un sueño recurrente, en el cual se ve junto a una joven a la cual parece conocer íntimamente. Fuerzas ocultas atacan a los "drones", son los "carroñeros", que presentan resistencia, es la rutina en su trabajo.

Todo cambia cuando una antigua nave aterriza y Jack encuentra en ella a la joven que ve en sus sueños. A través de ella, el técnico descubre un mundo diferente al que le contaron y el incuestionable poder para el que trabaja empieza a verse de otra manera.

Un entorno desolado

Interesante es el trabajo escenográfico que utiliza variadas técnicas del cine digital para construir un entorno desolado. Si bien no es primera vez que el cine presenta a la ciudad de Nueva York devastada con sus lugares emblemáticos destruidos, no deja de impresionar la puesta en escena. La fotografía consigue en los interiores un ambiente frío y metálico dotado de una amplia gama de azules y grises. Por supuesto, las escenas de combate aéreo y terrestre son atractivas, pero nada que pueda considerarse extraordinario.

Cruise, Freeman y compañía

Cruise no muestra nada nuevo, su interpretación no difiere de otros personajes en filmes de diferente género. Morgan Freeman asume el rol de líder de la revuelta terrícola contra el invasor alienígena, y su actuación queda al límite de lo aceptable para una figura de su talla. La única que va a más es la ucraniana Olga Kurylenko, en su papel de esposa que regresa del pasado para poner en cintura al secuestrado e hipnotizado marido.

Un giro demasiado tarde

El guión tiene al final un giro interesante basado en la teoría de la clonación humana que podría considerarse como una novedad, pero no es suficiente para dar un cambio significativo en el relato.

El héroe que engaña al dios

La ciencia ficción de las últimas tres décadas ha mantenido casi un mismo patrón, asimilando elementos de la mitología clásica a su narrativa. Por ello, casi todos los héroes en este tipo de películas son pieza clave en la salvación de la Humanidad, y este filme no escapa a ello. Se reitera así el modelo del semidios que engaña a la autoridad y consigue la liberación; en otras palabras se repiten los Prometeos y los Ulises.

Nada puede decirse en contra de esta fórmula que ha resultado eficaz en términos comerciales, pero la ciencia ficción bien podría ir por otros derroteros.

Recomendable para la fanaticada de Tom Cruise y para los seguidores de la ciencia ficción.

Ficha técnica

Oblivion. EE.UU. 2013. 124 minutos.

Dirección: Joseph Kosinski

Guión: Karl Gajdusek y Michael DeBruyn, basado en una novela gráfica de Joseph Kosinski

Música: Anthony González y Joseph Trapanese

Fotografía: Claudio Miranda

Intérpretes: Tom Cruise, Morgan Freeman, Olga Kurylenko,

Andrea Riseborough, Nikolaj Coster-Waldau, Melissa Leo.